Uno de los últimos cambios conocidos en la nueva RTVE ha sido el de reducir Historia de nuestro cine a un programa semanal. Una decisión que no ha sentado del bien a muchos de sus seguidores y a algunas voces de la industria cinematográfica.

“La 2 reducirá uno de los grandes aciertos que ha tenido en estas últimas décadas, divulgando con madurez histórica como servicio público que es la Historia de nuestro cine a un programa semanal”,  escribía en Twitter el productor de cintas como Un monstruo viene a verme, Verónica o La llamada, Enrique Lavigne.

No les falta razón. Y es que, además de rescatar auténticas joyas de nuestro cine en muchos casos difíciles de encontrar, el programa iba acompañado de un coloquio en el que se contextualizaba la época en la que se estrenó la cinta y se ayudaba a entender el desarrollo histórico del país.

Sin embargo, a la vez que ejercía este servicio público, Historia de nuestro cine estaba bloqueando todos los prime time de La 2 de lunes a viernes, evitando que se pudieran apostar por otro tipo de formatos y/o apoyar otras artes.

Con esta nueva medida, la segunda cadena podrá así tener un prime mucho más plural y diverso y que así se convierta en un canal con cierto grado experimental y en el que se ofrezcan productos novedosos que es imposible que vean la luz en el sector privado.

Intereses privados

No hay que olvidar tampoco que, tras Historias de cine, había unos intereses privados ya que la mayoría de títulos adquiridos eran propiedad de Enrique Cerezo y José Frade, dos personas muy vinculadas a José Antonio Sánchez, el presidente de RTVE que no tenía inconveniente en decir públicamente en el Congreso que era votante confeso del PP.

De esta forma, en estos años de Historia de nuestro cine nos hemos encontrado con que no había ni rastro de cine independiente o cine europeo, o sin que se dedicaran ciclos a determinados colectivos como ocurría hace unas semanas durante la semana del orgullo LGTBIQ+. En total, 13,5 millones de euros que han ido a parar a estos dos empresarios.

A partir de ahora, la nueva dirección de La 2 tiene por delante la misión no sólo de seguir divulgando el cine español de una manera mucho más variada, sino también otras artes que durante los años de Gobierno del PP han sido maltratadas en la televisión pública.