Las dos Españas: 'OT 2018' y 'GH VIP' dejan claro que hay dos tipos de consumidores

Las dos Españas: 'OT 2018' y 'GH VIP' dejan claro que hay dos tipos de consumidores

Televisión

Las dos Españas: 'OT 2018' y 'GH VIP' dejan claro que hay dos tipos de consumidores

Desgranamos la audiencia de ambos programas, tanto en televisión como en YouTube.

23 septiembre, 2018 14:09

Desde este jueves, dos formatos con un gran número de seguidores a sus espaldas compiten cara a cara. Operación triunfo y Gran Hermano son algo más que dos programas de televisión: son formatos sin horarios, que meten al público en una burbuja y les convierten en seguidores apasionados. Es la primera vez que se ven las caras con tanta fortaleza y han dejado claro los dos tipos de consumidores que hay en nuestro país.

No hay un consumidor bueno y un consumidor malo. Simplemente, son distintos. Ambos programas ya han emitido sus primeras galas en la televisión tradicional y tienen activado un canal de 24 horas en el que ver cómo conviven sus respectivos concursantes en el día a día. El resultado, en ambos casos es bastante significativo.

Operación triunfo comenzó el pasado miércoles en La 1 de TVE. La gala (completa) tuvo un 18,9% de cuota de pantalla y más de 2,2 millones de espectadores. Esta es la audiencia tradicional que enciende la televisión, coge el mando a distancia y se sienta en el sofá a ver un programa hasta que el cuerpo aguante.

Para entender quién ver OT 2018 hay que desmenuzar muy bien este dato. Y es que la primera gala del programa alcanzó un espeluznante 42% de cuota de pantalla entre los jóvenes de 13 a 24 años. Ahí está la clave de lo que veremos a continuación. De 45 a 64 años la audiencia del talent show bajó a un 17,9% de cuota de pantalla. 

Gran Hermano VIP hace audiencias mucho mayores en la televisión tradicional. La gala de este jueves alcanzó un 28,4% de cuota de pantalla con más de 2,8 millones de espectadores. A Telecinco le encanta esto, pues ellos comen de la publicidad y siguen manteniendo al espectador tradicional pegado a la pequeña pantalla con su convivencia en directo.

Sin embargo, la audiencia de GH VIP cuando se desmenuza no es tan parecida a la de OT 2018. Si bien hace un buen resultado entre los jóvenes, su audiencia sube a un 32% de cuota de pantalla en la franja de 13 a 24 años. La diferencia entre ambos programas es bastante significativa. Y es que GH VIP alcanza un 30,4% de cuota entre los mayores de 65 años, una franja de edad en la que OT sólo consiguió un 19,9%. 

A esto hay que sumar la edad de los propios concursantes, muy importante a la hora de conectar con los espectadores. Mientras que en la Academia de OT la media es de 21 años, en GH VIP buscan la variedad y la media de edad de los concursantes es de 35 años. Un dato importante para entender el tipo de público al que atraen.

La segunda ventana

Todo esto repercute mucho a la hora de echar un vistazo a lo que ocurre en YouTube, la segunda ventana de ambos programas de televisión. En este aspecto, OT 2018 no tiene rival. El canal no baja de los 30.000 seguidores en su canal en directo. Cuando hay clases importantes, como el reparto de temas, se llegan a alcanzar los 100.000 seguidores pegados a la ventana de YouTube. GH VIP, sin embargo, se tiene que conformar con mantener una media de 20.000 espectadores.

OT 2018 tiene un público joven, mucho más acostumbrado a enchufar su móvil y tirarse horas con YouTube encendido que a ponerse delante de una pantalla de televisión y regirse por los horarios impuestos por una cadena. El público de GH VIP, aunque tiene una generación joven de nuevos seguidores, es bastante más adulto y sigue conectando bastante con la televisión tradicional. De ahí que su canal 24 horas no tenga tanto tirón, aunque sigue siendo un éxito.

Cada cadena, al final, tiene lo que quiere y desea. Telecinco ha decidido encender la pestaña de YouTube para que les sirva como tirón mediático. Un empujón que después se note en su audiencia televisiva, lo que de verdad les importa. TVE, sin embargo, lo que quiere es que OT 2018 haga mucho ruido. Ya se vio en las audiencias del año pasado: un programa que nunca arrasó pero que se convirtió en una revolución social.