La escalada de tensión entre el Gobierno de EE.UU. y los medios de comunicación vivió este martes un nuevo episodio después de que la CNN denunciara al presidente, Donald Trump, y a cinco miembros de su equipo por vetar el acceso a la Casa Blanca a uno de sus periodistas tras enfrentarse al mandatario. "CNN presentó una demanda contra la Administración Trump esta mañana en una corte del Distrito de Columbia", explicó la cadena de noticias en un comunicado.
La acción judicial tiene por objetivo conseguir que el Gobierno devuelva al corresponsal jefe de la CNN en la Casa Blanca, Jim Acosta, la acreditación permanente que le fue retirada la semana pasada tras una tensa rueda de prensa en la que el periodista se encaró con Trump. "La ilícita revocación de esta credencial viola los derechos de CNN y de Acosta recogidos en la Primera Enmienda (de la Constitución) sobre la libertad de prensa y en la Quinta Enmienda, sobre el debido proceso", ahonda el comunicado.
La denuncia incluye, además, a cinco integrantes del equipo del presidente: el jefe de Gabinete, John Kelly; la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders; el jefe adjunto de comunicación, Bill Shine; el director del Servicio Secreto, Joseph Clancy; y a un agente del mismo, identificado con el pseudónimo John Doe (Juan Nadie).
Por su parte, la Casa Blanca reaccionó al anuncio con un comunicado en el que afirmó que se defenderá "vigorosamente" y alegó que no se le puede acusar de violar la libertad de prensa, ya que otros 50 empleados de ese canal están acreditados para cubrir la residencia presidencial.
El origen del rifirrafe
Los hechos se remontan al miércoles pasado cuando, durante una rueda de prensa posterior a la celebración de las elecciones legislativas, Trump y Acosta protagonizaron un rifirrafe después de que el mandatario ordenara que le quitaran el micrófono tras responder a dos de sus preguntas. "Deja el micrófono... Te diré una cosa, la CNN debería estar avergonzada de sí misma por tenerte a ti trabajando para ellos. Eres un maleducado, una persona terrible", le espetó Trump a Acosta, mientras el periodista forcejeaba por la posesión del micrófono con una becaria de la Casa Blanca.
A raíz de este enfrentamiento, un miembro del Servicio Secreto le reclamó al periodista su credencial al abandonar el edificio, según se pudo ver en un vídeo del incidente compartido por el propio Acosta en Twitter.
Ante la controversia suscitada por esta polémica decisión, la Administración alegó que su decisión se debía a que el periodista le había "puesto la mano encima" a la joven asesora, punto en el que la Casa Blanca volvió a insistir hoy en su comunicado."Después de que el señor Acosta hiciera dos preguntas al presidente -a las cuales respondió- se negó físicamente a entregar el micrófono de la Casa Blanca a una becaria para que otros periodistas pudieran hacer sus preguntas", justifica la nota.
Asimismo, el Gobierno sostiene que no puede "celebrar ruedas de prensa ordenadas" cuando un periodista se comporta de una forma que no es "ni apropiada ni profesional".
Apoyo a CNN
La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca ha expresado su "apoyo" a la CNN y ha acusado a Trump de querer "elegir arbitrariamente" a los periodistas que le cubren. "Retirarle (a Acosta) el acceso al complejo de la Casa Blanca supone una reacción desproporcionada a los hechos del pasado miércoles. Continuamos instando a la Administración a dar marcha atrás y a volver a aceptar al corresponsal de la CNN", exigió la asociación.
No es la primera vez que el Ejecutivo de Trump toma represalias de este tipo contra un periodista de esa cadena de noticias, a la que el mandatario suele referirse como "fake news" (noticias falsas).
El pasado julio la Casa Blanca impidió el acceso a una rueda de prensa a Kaitlan Collins, también periodista de CNN, después de que, durante una comparecencia previa, la reportera realizará varias preguntas que molestaron a Trump.