La mayor novedad para los españoles para esta temporada de Champions League que hoy termina con la final a disputar en el Wanda Metropolitano de Madrid entre el Liverpool y el Tottenham no es que no haya ningún equipo español entre los finalistas. La mayor novedad será que por primera vez en la historia del torneo este evento no se emitirá en abierto en nuestro país.
Después de que Mediapro se hiciera con los derechos con carácter de exclusividad de esta competición y de la UEFA Europa League para las temporadas 2018/2019, 2019/2020 y 2020/2021, el partido en abierto dejó de ser una realidad a principios de esta temporada.
De esta manera, desde esta temporada y después de que Telefónica le comprara estos derechos televisivos a Mediapro, en un acuerdo que se extiende hasta 2021, las únicas opciones para ver la final de la Champions League pasan por el pago.
Una de las opciones, por supuesto, es verlo a través del dial 50 del canal Movistar Liga de Campeones, accesible a través de la citada plataforma de televisión de pago. Por su parte, los abonados a Orange TV también han tenido la posibilidad de contratar un paquete en el que están incluidos los partidos de la Champions, al igual que los clientes de Jazztel.
¿Qué pasa en el resto de Europa?
Pero, ¿y qué pasa en el resto de Europa? En diciembre de 2017 los nuevos gestores de la UEFA señalaron que no se decantarían por ofertas en abierto si es que éstas no eran lo suficientemente competitivas.
Hasta ahora la postura de la UEFA era mantener al menos un encuentro en abierto para dar mayor visibilidad al torneo y a sus patrocinadores. Sin embargo, en los últimos años han apostado por modelos de pago que les han entregado una rentabilidad económica directa.
Así, por ejemplo, en marzo de 2017 se adjudicaron los derechos para Reino Unido a BT por un coste de 1.360 millones en tres años, un 31% más. Y una semana después se resolvieron los derechos en Italia a favor de Sky con un coste de 270 a 290 millones por temporada.
Esto se traduce en un crecimiento de entre el 15% al 20% respecto de los 700 millones que se pagaron en el anterior ciclo de la UEFA. En Alemania el ganador también fue Sky por unos 600 millones por tres años.