María Isabel (RTVE).

María Isabel (RTVE).

Televisión

RTVE confirma su regreso al Festival de Eurovision Junior 2019

Nuestro país regresa a un certamen en el que ha cosechado un primer lugar, dos segundos puestos y una cuarta posición.

27 junio, 2019 14:02

La buena sintonía entre RTVE y la UER se va confirmando. Así, después de años de rumores, la radiotelevisión pública española ha confirmado este martes su vuelta al Festival de Eurovisión Junior 2019.

RTVE retoma así su participación en un certamen al que ha acudido en cuatro ocasiones con buenos resultados: un primer puesto, dos segundas posiciones y un cuarto lugar. La edad de los niños participantes del certamen europeo es de 9 a 14 años.

Gliwice, la ciudad de la región polaca de Silesia, albergará la XVII edición del Festival de la Canción Junior 2019 organizado por la UER tras la victoria de Roksana Wegiel en 2018. En la próxima edición, que tendrá lugar el próximo 24 de noviembre, participarán un máximo de 18 países.

TVE participó por primera vez en Eurovisión Junior en 2003, el primer año que se celebraba el certamen. Sergio era el elegido para acudir a Copenhague y representar a España entre los 16 países participantes. Con el tema Desde el cielo, el joven se trajo para España un segundo puesto.

Este primer intento de España en Eurovisión Junior alcanzó más de 4,5 millones de espectadores en La 1. En ese momento, los espectadores se dieron cuenta de que los éxitos no conseguidos en la versión adulta sí se podían conseguir en la infantil.

La victoria de María Isabel

En su segundo año, María Isabel traía a España el gran triunfo. Un primer puesto que consiguió casi 6 millones de espectadores con el famoso Antes muerta que sencilla.

TVE lo intentó en dos ocasiones más: con Antonio José en 2005, con un segundo puesto ante 5,7 millones de espectadores. En 2006, Dani Fernández, ahora componente del grupo Auryn, trajo a España un cuarto puesto ante 2,8 millones de espectadores.

Sin embargo, un año después, TVE se retiraba del certamen porque según su director, Javier Pons, con este tipo de formatos era fácil “cruzar rayas peligrosas” y que ellos querían “transmitir otro tipo de valores”.