Siempre que hemos visto participar al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, o a su mujer, Michelle Obama, en programas de televisión, muchos nos hemos preguntado si eso sería posible en nuestro país. 

Sin embargo, viendo los espectáculos ofrecidos por algunos políticos últimamente en televisión, lo mejor hubiera sido que siguieran con sus viejas formas de hacer política. Todos hubiéramos ganado.

No es lo mismo participar por iniciativa propia en un show que para arañar votos

Y es que, no es lo mismo formar parte del show que hacer el ridículo. No es lo mismo participar estando en campaña, que no estando. No es lo mismo participar en un show por iniciativa propia que para intentar llevar a cabo un lavado de imagen para arañar votos. ¿Verdad Esperanza?

No es lo mismo que Pedro Sánchez acuda a Planeta Calleja para hacer escalada y rápel junto a Jesús Calleja, que ver a Antonio Miguel Carmona cantando como un crooner en ¡Qué tiempo tan feliz!

Pero, es más, no es lo mismo que Esperanza Aguirre se prestase a cantar en inglés ¿Dónde vas con mantón de manila? en El hormiguero -el programa que saca lo mejor de los políticos-, que lo que hizo su rival socialista en el programa de Telecinco.

Y eso que Esperanza Aguirre, esa señora que tacha a los líderes de Podemos de populistas, tiene matrícula de honor en hacer el ridículo, como así ha quedado plasmado en la web Esperanzahaciendocosas.com.

Ya no hablemos de esa hipocresía de la popular acudiendo al programa de Antena 3 para arañar votos. "Esta noche tenemos El hormiguero ese. Dicen que tendré una entrevista con las Trancas y Barrancas. ¿Y eso qué es?", decía hace unos días.  ¡Y eso que consiguieron sacar su mejor cara! 

Juzguen ustedes.

A un lado, el matrimonio Obama.

Al otro... En fin.