La pasada semana, los jueces de Maestros de la costura alabaron el trabajo de Marc en una desastrosa prueba grupal. Una admiración que se diluyó de cara a la segunda entrega del talent, pues el joven patronista catalán se ha convertido, para sorpresa de todos, en el segundo eliminado.

Marc no tuvo un gran día; en la primera prueba, consistente en hacer una minifalda, llegó a cortarse en un dedo, y entregó la prenda con manchas de sangre, además de estar sin acabar.

Uno de sus problemas ha sido, desde el primer momento, la mala gestión que hace del tiempo dentro de las pruebas, y eso le pasó factura en la prueba de eliminación, consistente en hacer prendas a medida a diferentes modelos, cada una con una talla y cuerpo diferente.

Marc se jugaba la expulsión junto a Laura, quien le dijo entre lágrimas que era un orgullo estar junto a él y que sentía que se marchase. Borja, otro compañero, también lamentaba la marcha llorando.

“Me habéis reforzado. Lo que dejé aparcado como diseñador lo retomo como patronista. Para mí es impensable abandonar ahora este sueño” dijo Marc a los jueces antes de marchar. “Me temía que sería expulsado. No terminar un vestido a tiempo es un grave error. Además, mis compañeros han hecho un trabajo impresionante. Tienen muchísimo nivel”, afirmó.

En su adiós, Marc se ganó una buena valoración de los jueces. Palomo Spain le vaticinó “un futuro claro en la moda y en la industria” y María le aseguró que, de haber terminado la prenda, esta habría sido “ganadora”.