Justo antes del verano, Jordi Évole y su equipo de Producciones del Barrio decidieron que su nuevo programa para laSexta, Lo de Évole -también se planteó llamarle Érase una vez o Mismo sitio, diferente lugar-, sería una serie documental sobre la cárcel y sus consecuencias. Sin embargo, al momento empezaron a surgir muchas dudas cuando vieron todas las dificultades que había. 

"Estamos viviendo un franco retroceso. Estamos perdiendo valentía a nivel político y periodístico. A nivel político porque abrir las cárceles le va a suponer un problema a cualquier ministro. Antes se asumía y ahora cuesta más (...) A los presos no los tratamos como personas. Pedimos penas más duras, más castigos, que no haya permisos", comenta el periodista a los medios. 

A los presos no los tratamos como personas, pedimos penas más duras, más castigos

"Y a nivel periodístico porque cuando entrevistas a alguien parece que pasas a pensar como él y lo estás blanqueando, le estás haciendo un homenaje, estás jugando a su favor... Hay una guerra preventiva que creo que lo único que busca es que no hagamos lo que queremos hacer, que la próxima vez te lo vuelvas a pensar", confiesa.

Y advierte. "Con nosotros que no lo intenten, que no lo van a lograr. Lo lograrán el día que yo llegue a la cadena y les diga que no quiero hacer nada más o que ellos me digan que no hay más series porque no la ve nadie. Pero no nos iremos a casa porque unos señores nos digan lo que tenemos o no qué hacer.

Pero volviendo al tema de la cárcel, Évole cree que "mucha gente piensa que cómo se le va a dar ventana a esa gentuza. Yo soy contrario a eso. Me encanta poder charlar con gente que ha tenido vidas que se pueden contar y pueden servir para no repetir esos comportamientos", añade. 

"No entiendo por qué hay esa opacidad con la cárcel, porque lo tratamos como el cuarto de atrás de nuestra sociedad, que mejor no abrir la puerta... Sin embargo, de ahí pueden salir muchas enseñanzas, puede ser positivo para nuevas generaciones. Para un chaval de 18 años que se está sacando el carnet de conducir, es la gloria que vea el programa de los delitos de tráficos", confiesa.

Precisamente ése programa ha sido uno de los que más le han marcado. "En el tercer programa, que dedicamos a personas que han cumplido presidio por tráfico, hay un chaval llamado Alejandro, un currante de un barrio obrero, que tiene una participación menor en un accidente en el que muere una chica", relata el periodista.

"Cómo describe el minuto que se queda frente a la chica, fallecida en el acto, y la sensación en el calabozo de los Mossos d’Esquadra, mientras desde la sala contigua oye el llanto del marido de la joven… Es muy bestia (...) Te hace preguntarte si puedes imaginar cómo una persona como tú podría terminar en prisión", confiesa.

Cómo se gestó la entrevista a Junqueras

Antes de esa entrega, sin embargo, se emitirá su encuentro con Oriol Junqueras en la que será la primera entrevista al político con cámaras. "Primero pedimos la entrevista cuando estuvo en Estremera y Soto del Real y no nos la dieron. Y cuando fue trasladado a Cataluña, enseguida me reuní con la consejera, se lo pedí y hasta hace diez días antes no supe que le íbamos a entrevistar. Fue todo muy inmediato". 

Sin quererlo, la actualidad nos pilló por delante

"Ha sido duro porque él, a lo mejor, quería haber hecho la entrevista antes. Pero había también un enorme impedimento de los servicios penitenciarios de la Generalitat para abrir las cárceles a las cámaras", comenta. No obstante, esta tardanza al final se volvió en algo positivo ya que ese mismo día el presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunció que convocaría elecciones anticipadas en Cataluña. "Sin quererlo, la actualidad nos pilló por delante. Y eso le ha dado unos matices y una verdad a la entrevista". 

"Estábamos con el equipo repasando el guión y nos llega un aviso de un compañero sobre la intervención de Torra a las 12. Era una putada para la entrevista porque empezábamos la entrevista a las 10 y no llegábamos a las 12 ni de coña. Así que les pedimos a los de los servicios penitenciarios de la Generalitat que la retrasaran. Empezamos a las 11:15 y pudimos parar a las 12 y saber lo que decía Torra. Un funcionario de prisiones nos chivaba lo que iba pasando porque no pudimos entrar con móviles", relata. 

"Yo quise entrar una radio porque me gustaba la imagen de verlos escuchando la radio. Pero igualmente tenemos su reacción justo después de acabar la comparecencia de Torra. Es una entrevista muy curiosa. Hay una donde se habla de cárcel y otra en la que es un político. Ahí empieza la campaña electoral", recuerda. 

"Junqueras no tenía ni idea de lo que iba a decir Torra, lo que me da la clave de cómo están las relaciones entre ellos. Estaba un colaborador de Oriol y la idea que tenían ambos es que no iba a decir nada trascendente", añade.

¿Terroristas?

A parte de sus confesiones sobre cómo está siendo el paso de Junqueras por prisión, Évole también se quedó sorprendido con algo del día a día de las cárceles. "Me ha llamado mucho la atención el pecunio, una tarjeta con un tope de 60-80 euros a la semana, con la que pueden comprar en el economato. Pensaba que sí podía haber dinero. También me contó Junqueras que dentro de la cárcel se hacen apuestas. Se metió él solo en el jardín y cuando empecé a preguntarle más, me contestó que él no lo había visto. Fue un momento cómico".

En cuanto a las futuras entregas de Lo de Évole, dos retos por delante: entrevistar al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y a algún terrorista. "He hablado con el ministro, pero no nos ha dado luz verde a nada. Ahí que seguir, es una carrera de fondo".

"En cuanto a los terroristas, se intentará. Pero no sé si lo lograremos. Además, Jon Sistiaga ha hecho un serión exclusivamente sobre eso. Ya veremos, igual sí que hay y lo mismo no son de ETA", finaliza.