¿Matar o no a Franco? El dilema de la vuelta de 'El Ministerio del Tiempo'

Tras más de dos años “dormida”, El Ministerio del Tiempo regresa esta noche a La 1 de TVE con una cuarta temporada más “gamberra” y con la promesa por parte de la televisión pública de que no habrá ningún parón como así sucedió en temporadas pasadas. 

“No vamos a dividir la serie. Mayo- junio es una buena época. Esta temporada está pensada para funcionar en continuidad. Sería absurdo romperla”, explica el Director de Canales y Producción de Programas de TVE, Fernando López Puig, que cree que El Ministerio del Tiempo es una serie que no tiene por qué tener una periodicidad. 

Cada capítulo es una historia cerrada, pero es la temporada que se engrasa mejor

Una nueva temporada que, en palabras de su creador, Javier Olivares, está mejor enlazada. “Los personajes están mucho más expuestos emocionalmente. Hay tramas que se sumergen, vuelve a  aparecer.... Cada capítulo es una historia cerrada, pero es la temporada que se engrasa mejor. Es un cuento completo de ocho capítulos”.

Un cuento en el que tendrá cabida una pregunta que muchos se habrán hecho durante este viaje y que encontrará respuesta en el primer capítulo de esta nueva temporada: ¿Por qué no matar al dictador Francisco Franco para evitar cuarenta años de dictadura? 

“Uno de los grandes mitos del ‘What if’ es matar a Hitler o salvar a Kennedy. En este sentido no hay nada que justificar. El Ministerio del Tiempo tiene una misión muy concreta: que la historia siga siendo la que es”, comenta Olivares cuando es preguntado por BLUPER.

“Nos importa la actitud ante ese tipo de misión. Se abre la controversia y me importa más el viaje que la meta. No tiene complicación. Mucha gente me dice que la patrulla vayan a Lisboa y haga que el Atlético gane la Champions. Si todos cambiáramos el mundo, viviríamos en Disneylandia. Franco es parte del paisaje, pero no vamos a entrar para entrar en debates”, zanja el guionista.

Además de salvar la vida de Franco (Pep Miras); entre las nuevas misiones de la patrulla también estará evitar que maten a monarcas como Isabel I (Rosa Blake) en la Inglaterra del siglo XVI, o Fernando VII (Juanjo Cucalón) en la España del IX. También tendrán que conseguir que Felipe IV (Edu Soto) del Siglo de Oro se case con Margarita de Austria. Una misión que lleva de cabeza a Velázquez porque si no hay boda, no podrá pintar las Meninas.

La nueva temporada homenajea a Emilio Herrera (Vicente Romero), un visionario que, en la primera mitad del siglo XX, diseñó la escafandra que daría origen a la utilizada por la NASA para llevar al hombre a la Luna. El ingeniero español se da la mano con científicos como Einstein (Thomas Sauerteig).

Rescatar del olvido a mujeres importantes

Y también a las mujeres que hicieron historia a comienzos del siglo XX: la cantante Josephine Baker (Astrid Jones), la artista y amante de Picasso Dora Maar (Stephanie Magin) y la pensadora Clara Campoamor (María Morales). Todas ellas se suman a personajes históricos como María Tudor (Rachel Lascar) en Inglaterra o María Cristina (Camila Viyuela) en España.

“En esta temporada también queremos contar la historia de los derrotados y los olvidados, ver esa parte humana de la historia, rescatar del olvido gente que se nos había olvidado, rendir homenaje a personajes que se nos ha pasado reconocer”, explica el creador. 

De ahí el servicio público de la serie: pone en primer plano personajes que no han existido para la historia

En este sentido, Olivares hace hincapié en que existe un porcentaje muy grande de mujeres olvidadas. “Nuestra misión es dar a conocer a gente ilustre por habernos quedado en titulares”, comenta el guionista, resaltando que El Ministerio es “una serie muy pensada con el concepto de televisión pública. Pretende ser un símbolo de esa televisión”.

En este sentido también se muestra Cayetana Guillén-Cuervo, quién interpreta en la serie a Irene Larra, la cual peleará porque se abra un nuevo departamento en el Ministerio para recuperar la memoria de las mujeres que han sido olvidadas a través de la Historia. “De ahí el servicio público de la serie: pone en primer plano personajes que no han existido para la historia”. 

En cuanto al futuro de la ficción, López-Puig vuelve a recordar que El Ministerio del Tiempo “tiene una virtud: que aunque caiga una bomba, aunque queda una puerta y se abrirá. Es una serie que permite que cada temporada se explore de una manera distinta”. 

“Mi máxima a la hora de escribir una temporada es que no se deje en el espectador en el aire. Hay que hacer las temporadas como dice la canción de Bésame: como si fuera la última vez. Eso sí, siempre dejando hilos de continuidad que permitan seguir”.