Elisa Mouliáa en la gala de entrega de Premios de la Liga (RTVE)

Elisa Mouliáa en la gala de entrega de Premios de la Liga (RTVE)

Televisión

Elisa Mouliáa: "Es necesario que una presentadora se sienta guapa para transmitir"

12 mayo, 2020 02:59

Si Televisión Española ha hecho algo bien este año es haber dado a la actriz Elisa Mouliáa la oportunidad de presentar un programa (además de renovar El Ministerio del Tiempo, claro). La joven conocida por su papel en Águila Roja, en la que interpreta a Irene desde 2010, se estrenó en TVEmos como presentadora de televisión. Joven, guapa, con talento e inocente frente a la televisión. Parecen haber reconocido en ella un filón, una Jose Toledo o Anne Igartiburu 3.0. que falta nos hace. ¿Una nueva Cristina Pedroche quizá? Elisa forma parte de una nueva generación de presentadoras de la cadena pública que podría renovar esa imagen soporífera y de eterno deja vú que sienten sus espectadores.

2015 ha sido más que el año del debut como presentadora de Elisa Mouliáa, también ha estrenado la serie Rabia en Cuatro, está de gira con la obra de teatro El cielo que me tienes prometido (de Ana Diosdado), ha rodado la película Embarazados junto a Paco León y Alexandra Jiménez y participa en la nueva serie de Antena 3, Buscando el norte. Y mientras digería todo eso… Le toca el “gordo” televisivo: una gala navideña junto a Ramón García en directo en La 1. “Era surrealista verme a su lado, pero fue una noche muy especial, la Plaza Mayor estaba llena y con esos artistazos. Esa gala me sirvió mucho para la que hice después de La Liga. Era la primera vez que hacía un directo, yo era un manojo de nervios, un volcán, y Ramón me ayudó muchísimo. Me dijo que mirase el guión, pero que luego no le hiciera ni caso. Que me quedara con transmitir el valor de la generosidad… Lo veía tan fácil…”. Víctor Blanco, el estilista de muchas celebrities televisivas como Nieves Álvarez, Megan Montaner o Celia Freijeiro, fue el encargado de elaborar su look. Como no podía ser de otro modo un traje largo y rojo (el color de la Navidad) firmado por Jeremy Sanders.

Después de este primer “regalo”, como ella misma define, le llegó el segundo. Para la gala de La Liga sí que tuvo más cambios de vestuario. Montse Nieto fue la encargada de elegir los looks que harían que el mundo del fútbol y las redes sociales se fijaran todavía más en ella, su gracia y sus curvas. Lució dos diseños (el rojo y el nude) de la firma española YolanCris y otro en negro de Kocca. “En el vestuario para presentar me gusta opinar más que como actriz, en este caso al final eres tú y me gusta decir si me siento cómoda o no”, comenta a Bluper. Y aunque Elisa Mouliáa asegura ser feliz y sentirse muy cómoda sobre las tablas de los escenarios, la televisión es lo que le genera actualmente una “adrenalina alucinante”. El subidón de lo nuevo. Seguimos preguntándole…

¿Cómo llevas la repentina atención mediática que estás recibiendo tras estas galas?

Muy agradecida con la repercusión, el cariño y el apoyo de la gente y la prensa. Toda la atención y el feedback bueno me motivan para seguir adelante.

¿Sientes que la televisión te está exponiendo más y más rápido que la interpretación?

El feedback ha sido más potente y torrencial, con la interpretación el camino es más arduo, hay que demostrar en cada proyecto que te dejas la piel y poco a poco. Con Rabia, lamentablemente, no tuvimos un número proporcional de seguidores con respecto al esfuerzo que habíamos puesto, pero me han felicitado por el trabajo y la versatilidad en contraste con mi personaje de Águila Roja, más sumiso y con poco carisma que demostrar como artista. Espero que con Buscando el Norte, una comedia y diferente a lo que he hecho antes, pase igual.

¿Cómo fue la primera experiencia como presentadora?

La verdad es que al principio me sentía como cuando entras en un sitio sin saber como es y vas pisando con cautela. Nunca lo había hecho antes y la verdad es que el equipo de TVEmos me apoyó y me dio mucha confianza. Nos lo pasamos muy bien y salió muy fácil, además la audiencia acompañó y me sentía como en casa.

¿Qué estilo queríais transmitir con el vestuario del programa?

Buscábamos algo muy desenfadado y colorido porque el fondo del plató era muy soso. Transmitir alegría porque el programa era así, era entretenimiento. Y definir un estilo femenino que a mi me gusta más, taconazo con el que me siento más segura, aunque algunas veces con vaqueros, camiseta...

¿Volverá TVEmos?

En la 1 están muy contentos con el resultado y está previsto como programa veraniego así que todo apunta a que el año que viene se renovará de junio a septiembre. Pero no sabemos más.

Después de estas dos grandes galas, ¿te sientes más cómoda como presentadora?

Cada vez más, pero soy muy exigente y ya me he visto las galas varias veces y tengo que mejorar como actriz que presenta, sé que el directo era difícil y con todo de memoria más, pero aún así. Es la presión de que me están confiando esto y no me puedo permitir ningún fallo porque es algo muy grande.

Este tipo de programas favorece un vestuario llamativo, esos vestidazos. ¿Te preocupan los escotes y la excesiva atención al cuerpo que se genera?

En ese sentido trato de estar siempre cómoda, jamás me pondré algo con lo que no me sienta a gusto y la última palabra siempre la tengo yo, además del consejo del estilista. Nunca me pongo nada que no quiera, a veces me apetece ir más cañera y otras prefiero ir más fina y elegante. El tema de vestuario es muy subjetivo. Si yo me pongo un escote es porque me apetece, tenemos la libertad como mujeres y personas libres, tenemos derecho a poder sentirnos a gusto con lo que llevamos y con nuestro cuerpo. Si un día te apetece enseñar piel, pues ole tú. No tengo prejuicios ante esto y quien lo tenga pues…

¿Se asume ya como parte del trabajo que esos comentarios estarán ahí, como le pasó a Cristina Pedroche y la polémica por el vestido de las campanadas?

Creo que es necesario que una presentadora se sienta guapa y segura para transmitir y si a ella le hacía sentir a gusto este traje, como ha dicho, pues es respetable. Cada una decide, nadie nos impone nada. Lo bueno de este país es que tenemos la libertad de opinar, criticar o elogiar al momento con las redes sociales. Creo que una crítica o comentario positivo es algo que puede servirte para mejorar, aunque no hay que hacer caso de todo lo que dicen de ti, la última palabra es tuya y tienes que ser honesto contigo mismo.

Volviendo a tu faceta de actriz, ¿cuánto influye el vestuario para un personaje como el de Irene en Águila Roja?

Muchísimo, los trajes de épocas hacen un 40%, porque te metes en el vestido y te lo crees mucho más, te coloca en postura, actitud, caminas de forma diferente. Si es de época de lujo, de la nobleza, o si es de campesino, todo eso se nota.

¿Y cuando cambias a uno contemporáneo como el de Rabia?

A mí también me ayuda muchísimo, soy la primera que pienso en esas cosas. Desde el casting ya me plateo el look y la estética del personaje porque creo que cuenta mucho de la psicología interna. Lola era una chica muy rebelde, saliendo de la adolescencia y su estética aportaba a ello con chupas de cuero, camisetas medio rotas… Eso me ayudaba a crear esa rebeldía interna.

Lo mismo ocurre con el caso de Manuela, tu personaje de la serie Buscando el Norte

Es una versión de la película Perdiendo el norte y yo soy la novia del protagonista Álex, que interpreta Antonio Velázquez. Mi personaje se queda en Madrid y comienzan con esa relación a distancia, es una mujer clásica, con las ideas muy claras, de pareja de toda la vida, quiere casarse, tener hijos pronto, su hipoteca… En este caso el vestuario  lo hace Esther Terrón, que también hizo el de El Príncipe.

¿Cómo se afrontan los fittings como actriz?

Siempre soy respetuosa con cada departamento de equipo artístico, ellos tienen que decidir pero se suele llegar a un punto medio en el que le comentas cómo te imaginabas al personaje y ya luego ellos deciden. Pero sobre todo el director tiene la última palabra.

Lola de Rabia tenía unas botas con las que he estado toda la serie, unas Panama Jack rosas. Para mi significaban el punto de niña dentro de su rebeldía. Me habría encantado llevármelas. De Irene de Águila Roja me quedaría con uno de esos magníficos corsés que incluso te lo puedes poner una noche para salir de fiesta y queda genial.

¿Cuándo presentas sientes que haces un papel también?

Cuando uno presenta no es del todo uno. Tratas de comunicar desde uno mismo pero siempre con la energía más activa posible y eso te coloca en el rol de presentadora, no eres las 24 horas del día así. Obviamente la energía comunicadora tiene que ser fuerte y transmitir y sobre todo creer en el proyecto.

¿Y cómo es tu estilo personal?

En mi día a día soy muy cómoda, de leggins, botitas, chupas de cuero... A lo mejor de vez en cuando algún vestido, pero soy muy comodona. Nada de tacones y menos dedicándome a esto, no los quiero ni ver.