Ilustración: Tomás Serrano.

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África

"El Sáhara es un territorio distinto de Marruecos": el TJUE desmonta los pactos de Bruselas y el giro de Sánchez

J. Raya Pons
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Actualizada

El 14 de marzo de 2022, Pedro Sánchez firmó su divorcio definitivo con el Sáhara Occidental. "Tengo el honor de dirigirme a Vuestra Majestad para transmitiros algunas ideas importantes para la nueva relación entre los reinos de Marruecos y España", le escribía al rey Mohamed VI

Una asociación renovada que pasaba por el reconocimiento de "la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista".

España daba así carpetazo a las reivindicaciones de autodeterminación de la que fue oficialmente su antigua provincia. Y el encargado de dar ese giro histórico en las relaciones con los saharauis era un presidente socialista

La decisión incendió los ánimos de sus socios a la izquierda, tradicionalmente alineados con la causa saharaui.

Sumar pidió explicaciones en el Congreso a Sánchez, que nunca ha ofrecido de forma detallada, y el PSOE ha perdido ya siete votaciones en la Cámara baja, donde varios partidos le han pedido que volviera a la antigua posición española sobre el Sáhara. 

En esa extraña alianza confluyen el PP, Vox, UPN, Sumar y Podemos. Bildu y ERC han mostrado una postura más tibia, absteniéndose en esas votaciones. Pero ni unos ni otros han provocado que Sánchez se mueva un centímetro de esa carta de 2022. 

Una posición que queda ahora en entredicho tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre los acuerdos comerciales con Marruecos en materia pesquera y agrícola. El TJUE ha anulado esos pactos firmados entre la UE y el reino alauí al considerar que el pueblo del Sáhara Occidental no prestó su consentimiento.

La máxima instancia judicial europea estima que los representantes del Sáhara Occidental debían haber sido consultados, aunque una parte considerable de su pueblo haya emigrado. La mayor parte de esta población reside en Argelia bajo la condición de refugiados.

El TJUE considera que los acuerdos comerciales afectan a ese territorio, lo que debería ser suficiente para tener en cuenta la opinión de sus representantes. 

Es decir, la Justicia Europea reconoce el derecho a seguir reclamando la autodeterminación del pueblo saharaui como territorio no autónomo aún pendiente de descolonización. Así lo considera también la ONU, pese a que Marruecos controla de facto el Sáhara Occidental 1976, cuando España abandonó el territorio.

La sentencia del TJUE argumenta que el Sáhara occidental es un territorio diferente de Marruecos, al establecer sus fronteras con Argelia (al noroeste), Mauritania (al este y al sur) y la propia Marruecos (al norte).

Y además reconoce al Frente Polisario, su principal movimiento político, como "un interlocutor privilegiado en el marco del proceso que tiene lugar bajo la égida de las Naciones Unidas con el fin de determinar el futuro estatuto del Sáhara Occidental".

Varapalo a la UE

La decisión de la corte de Justicia no sólo supone un varapalo a la postura de España, sino también a la de la propia UE. En 2019, el Frente Polisario interpuso ante el Tribunal General de la UE, la primera instancia judicial, un recurso de anulación sobre los acuerdos comerciales con Marruecos que fueron aceptados. 

Sin embargo, la Comisión Europea y el Consejo de la UE (formado por los ministros de los Estados miembros) recurrieron la decisión. 

Así, el TJUE echa por tierra los recursos presentados por ambos organismos. Y tanto la Comisión como el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, emitieron un comunicado conjunto defendiendo la "estrecha cooperación con Marruecos". 

"La UE tiene la firme intención de preservar y seguir fortaleciendo relaciones estrechas con Marruecos en todos los ámbitos de la Asociación Marruecos-UE", reza el comunicado. "A lo largo de los años, hemos establecido una amistad profunda y una cooperación sólida y multifacética, que pretendemos llevar al siguiente nivel en las próximas semanas y meses".

El Gobierno de España es uno de los principales defensores de esta postura con Marruecos, con quien mantiene una relación de interés para controlar los flujos migratorios, como también lo hace el Ejecutivo francés.

El presidente Emmanuel Macron firmó hace un par de meses una declaración política muy similar a la redactada por Pedro Sánchez sobre el plan marroquí para el Sáhara Occidental.

Un triunfo político

En un comunicado, el Polisario ha recordado las declaraciones promarroquíes de Madrid y París en los últimos años.

"Creemos que ésta es la mejor respuesta por parte de la Corte de Justicia de la UE a las últimas decisiones unilaterales poco responsables de algunos Estados europeos, especialmente Francia y España, que han querido apoyar a Marruecos en su política de imponer el statu quo colonial en el Sáhara Occidental", declaró a la Agencia Efe el representante del Polisario encargado de los procedimientos ante el TJUE, Oubi Bouchraya.

Hasta 2022 España defendía los acuerdos de la ONU para celebrar un referéndum en el Sáhara con el fin de determinar el futuro político de este territorio.

Bouchraya consideró que con las sentencias "ha quedado claro" que la Comisión, el Consejo de la UE (los Estados miembros) y Marruecos "han estado todo este tiempo actuando al margen de la ley".

El representante del Polisario indica que Marruecos y el Sáhara Occidental "son dos territorios distintos y separados y que Marruecos no tienen ninguna soberanía sobre el Sáhara Occidental".

En Marruecos, sin embargo, el ánimo es distinto. Su gobierno dice que "no se considera afectado" al no ser parte del proceso.

Además, exige "al Consejo, la Comisión Europea y a los Estados miembros de la UE" que "adopten las medidas necesarias para respetar sus compromisos internacionales" y "preservar los logros de la asociación" bilateral tras las sentencias del Tribunal de la UE que anulan los acuerdos pesquero y agrícola.