El 22 de mayo saltaba la noticia de que TVE abría el casting de la nueva edición de Masterchef Junior. Por tanto, la inscripción al casting ya está disponible en la web del programa para que todos los amantes de la cocina de entre 8 y 12 años puedan apuntarse.
En la septima edición, el programa cayó a su peor dato histórico
Finalmente, TVE decide renovar el programa por una octava edición a pesar de que los datos de la última edición nos planteaban la posibilidad de que quizás había llegado el momento de prescindir de la versión infantil del formato para centrarse únicamente en la de adultos y celebrities.
Y es que el pasado año el programa anotó sus peores datos históricos. Con una media del 11,8% de cuota de pantalla y 1.612.000 espectadores, el talent de cocina se dejaba casi tres puntos con respecto a su edición anterior y además caía de los 2 millones de espectadores por primera vez.
Sin embargo, Masterchef Junior sigue siendo un marca importante para la cadena, y es ahí donde reside el por qué de esta renovación. A nivel de imagen es un formato totalmente blanco que acerca a los más pequeños de la casa a la televisión y a la gastronomía.
Y, en una televisión en la que apenas hay espacio para los pequeños de la casa, es importante que la pública siga apostando por estos formatos. Además, a pesar de haber vivido su temporada menos competitiva, el programa sigue por encima de la media de una cadena cuyos formatos de éxito se cuentan con los dedos de una mano.
Por otro lado, el “renacimiento” de la versión adulta en 2020, tras vivir su peor temporada en 2019, invita a pensar que el formato puede seguir teniendo vida, siempre y cuando se pulan algunos de los fallos que llevó a la pasada edición del junior a marcar su peor media.
Aprender de los errores
Recuperar el éxito de años anteriores o repetir el fracaso de esta última edición pasará por la forma de programarlo. El gran error de la séptima temporada estuvo justo ahí, en su emisión.
Tras estrenarse un lunes y vivir su peor estreno histórico, el programa emitió su segunda entrega el miércoles de la misma semana, justo el día de Navidad. Sin embargo, no hubo ni rastro del espacio al lunes siguiente, y la cadena decidia trasladarlo a la noche de los viernes, enfrentándose a un titán como Tu cara me suena. ¿El resultado? Mínimo histórico para el programa.
Durante estos años, el programa ha sido un "formato de Navidad". De esta forma los 6 programas que suele durar este formato se distribuyen a lo largo de las vacaciones para que su público objetivo pueda disfrutar del programa sin problemas. Pero este año se optó por recurrir a una estrategia que llevaba a al programa a alargarse hasta finales de enero .
La cadena pública tiene que volver a mirar por el público objetivo del programa, los niños, y concentrar sus emisiones durante las vacaciones evitando usarlo como arma para contratacar a la competencia. TVE tiene que aprender de estos errores y cuidar un formato que durante muchos años le ha dado grandes alegrías, para conseguir revivirlo tal y como ha ocurrido con la edición de adultos.