"Yo aquí estoy para conciliar, pero entiendo que vamos a tratar temas que no le gustan", ha declarado Jorge Javier Vázquez nada más entrar en el plató de Sálvame este martes, antes de reencontrarse con Belén Esteban tras su enfrentamiento en Sábado Deluxe.
Tal fue la bronca, que incluso el presentador se negó a seguir entrevistando a la colaboradora y abandonó el plató, después de tirar por tierra el discurso político de su compañera.
Dicen que yo censuro, pero si lo hiciera no le habría dejado dar esos 15 minutos de discurso
"No me arrepiento de haberme ido. Hubiera sido peor si me hubiera quedado", ha explicado Vázquez. "Permanecí en silencio durante su discurso porque no quería entrar en batallas. Dicen que yo censuro, pero si lo hiciera no le habría dejado dar esos 15 minutos de discurso", ha añadido.
Tras responder sutilmente a las diversas críticas que ha recibido en los últimos días, el conductor de Telecinco ha continuado justificando su reacción: "Su discurso está plagado de mentiras, falsedades, manipulaciones y opiniones poco científicas. Yo no puedo ser el que calla y otorga, me revuelvo. Yo lo siento, pero no podemos opinar de todo o, al menos, no debemos. Yo, en ese discurso, no puedo acompañarle. Por ahí, lo siento, pero Belén me va a encontrar de frente".
"Mi gran cabreo fue intentar ponerme en una torre de marfil. A mí su yoismo y su capitalización del dolor... ni la creo ni me la trago. Ella ha estado en su casa cobrando el mismo sueldo por hacer dos recetas a la semana y comer una cena los viernes. El dolor no lo ha sufrido ella misma, se lo han contado. Cada uno ha soportado lo que ha soportado y ha sufrido lo que ha sufrido. Lo que yo no entiendo es que ella no me entendiera, porque sabe perfectamente cómo es mi familia, de dónde vengo. No puede colocarme como que vivo al margen completamente de todo. Yo buscaba la mirada cómplice de mi amiga y ella me falló, y creo que se dio cuenta de que me estaba haciendo daño", ha confesado.
Discursos vacíos y populistas
"No me gustó el farfulleo, la manipulación, esas medias verdades con la Sanidad... Belén tiene muchísimos seguidores, y esos discursos tan vacíos y exentos de ideología son muy peligrosos", ha continuado el periodista, mientras Esteban abandonaba la sala donde estaba escuchando lo que se decía en plató.
El pueblo no tiene un chalet en Paracuellos con piscina ni alterna con Rosalía o cena con Pablo Alborán
"No podemos utilizar esos discursos tan populistas basados en lo emocional y en lo terrible, apelando a lo mal que se ha hecho todo, porque al final a nosotros también se nos pueden sacar recetas populistas contra nosotros. Debemos tener un mínimo de responsabilidad y no incendiar a las masas desde una posición privilegiada. Si nos ponemos en ese plan, vamos a recibir medicina populista todos. No podemos estar dando recetas de cualquier manera que no tienen ningún tipo de contenido ni solución. Ella ya no es pueblo ni yo tampoco lo soy, y debe de asumirlo", ha agregado.
"Belén Esteban ya no es pueblo y es algo que ella debe aceptar. Ya no puede usar ese argumento de 'soy el pueblo'. Porque el pueblo no tiene un chalet en Paracuellos con piscina ni alterna con Rosalía o cena con Pablo Alborán", ha concluido.