"Espero que el Aragón relacionado con el circo no acabe cuando falte mi padre"
Por sus venas corre la sangre de la familia de payasos más importante de nuestro país. Algo que inevitablemente ha marcado y marca su destino. Hija de Fofito y nieta de Fofó, Mónica Aragón (México DF, 1973) ha continuado con la tradición familiar de hacer reír a niños y adultos sin importar el medio: circo, cine, teatro, televisión…
Ahora, esta actriz de 41 años participa en el ciclo Sing-Along, un formato inédito en la exhibición de películas en nuestro país en el que las se visionan cintas musicales subtituladas como si fuera un karaoke. Además varios animadores enseñan al público las coreografías y las letras. “Es una manera participativa de ver cine”, comenta Aragón a este portal.
¿Qué es más difícil? ¿Actuar ante niños o ante adultos?
Los niños son un público muy exigente. Un adulto sabe comportarse, pero el niño no. El niño si no le gusta lo que está viendo en televisión, cambia de canal. Y si está en el teatro y se aburre se pone a correr por el patio de butaca… Entonces tienes que trabajar de una manera especial que le atrape y le enganche la función o sino desconecta.
¿Intentas alejarte de proyectos para niños y centrarte en adultos o depende de las ofertas?
Cosas de niños hago cuando me surgen. De repente hay temporadas que trabajo con mi padre o con otra gente haciendo cosas infantiles. Si el proyecto es bueno y me apetece, me da igual que sea para adultos o infantil. El trabajo para niños también es para adultos porque estos van con sus hijos. Hay que atrapar al niño, pero que el padre no se aburra.
En España, en general, lo infantil se valora de otra manera.
No tienes la sensación de que el teatro infantil no se reconoce lo suficiente...
Sí. Y es una pena. Hay gente que hace trabajos maravillosos. En España, en general, lo infantil se valora de otra manera. Lleva el mismo trabajo o más que cuando haces una cosa para adultos. Ojalá consigamos que no sea así.
Tu familia, no obstante, dignificó mucho la profesión...
Bueno, para mi es muy normal el trabajo de mi familia. Es cómo me han enseñado a hacer las cosas. Siendo octava generación y viendo que han funcionado las cosas, creo que es la manera de hacer las cosas.
¿Se está reiventando el circo tradicional?
Sí, se está reiventando. Pero quizá el Circo del Sol es un espectáculo más adulto o familiar. En el circo tradicional no existían micrófonos, los terrenos no eran buenos… Y ya no es así. Las condiciones han cambiado. Hay calefacción y aire acondicionado, las butacas han mejorado… Se ha cogido de todo lo que hay alrededor para ir evolucionando.
Hay muy poquito apoyo al circo en España. Casi se apoya más a lo de fuera
¿Existe apoyo por parte de la administración?
Hay muy poquito apoyo al circo en España. Casi se apoya más a espectáculos como el Circo del Sol que a los shows de aquí. Hay cosas estupendas, igual que hay cosas horribles. Pero hay muchas dificultades conseguir un terreno. Y hay inversiones muy grandes.
¿Tu padre y tú seguís haciendo espectáculos?
Mi padre está trabajando en un circo, pero no es nuestro. Forma parte de ese espectáculo.
Ojalá un día nos dé la revolera por ahí a unos cuantos primos y montemos algo.
¿Se acaba la tradición circense en la familia Aragón con tu generación?
No lo sé. Yo, por ejemplo, sí hago cosas en circo. El mundo del circo cada vez se pone más difícil y los jóvenes hemos crecido con unas tecnologías que no había en otras épocas y hemos derivado más hacia la televisión, el teatro o la producción. Hay parte de la familia que trabaja detrás de las cámaras. Ojalá un día nos dé la revolera por ahí a unos cuantos primos y montemos algo. Me gustaría pensar que no se va a acabar el Aragón relacionado con el circo cuando falte mi padre, que espero que sea dentro de mucho.
Tu evolución televisiva fue Club Disney. ¿Cómo recuerdas aquel momento?
Fueron seis años maravillosos. Hay una generación muy concreta que los sábados por la mañana era lo que veía. La oferta no era la de hoy en día. O veías aquello o poca cosa más. Aquello marcó bastante. Para mí significó lo primero que hacía desvinculada de mi familia. Estaba estudiando la carrera de periodismo y aprendí muchísimo. También hice entrevistas a Alan Menken, George Lucas, Harrison Ford…
¿Fue difícil que te tomaran en serio después?
Sí porque fue mucho tiempo. Lo que hice es dejar pasar un tiempo de reposo entre Club Disney y mi siguiente proyecto, que sería Médico de familia. Aterricé allí por un cúmulo de casualidades. Fue buena oportunidad porque era un personaje seco, borde, muy drástico.
Me apasiona mi trabajo. El medio me da igual siempre que el proyecto sea bueno.
Aunque para drástico tu personaje en Cabaret...
¡Quién te iba a decir que la chica que salía en Club Disney iba a salir luego en bragas y sujetador! Pero yo también he ido creciendo y he ido evolucionando en mi carrera.
¿Hacia donde quieres que evolucione tu carrera?
Tal y como están las cosas ahora mismo, a seguir trabajando. He tocado todos los palos: musicales, circo, cine, televisión, cortos… Lo que me apasiona de todo esto es mi trabajo. El medio me da igual siempre que el proyecto sea bueno.
Muchos actores buscan el drama para obtener el reconocimiento...
Nunca he hecho drama, pero si surge la oportunidad no me importaría. Me siento cómoda en la comedia, un poco por venir de familia.