Este jueves, Steisy, conocida por su paso por Mujeres y hombres y viceversa, reaparecía en Sálvame, con más kilos de los que estábamos acostumbrados a verla. Y es que la joven andaluza ha sufrido depresión, algo que le costó aceptar, pese a que le han dicho que es un problema que arrastra desde pequeña.
“Soy como un tirachinas, pasan muchas cosas en la vida y el cerebro es muy listo, te acostumbras a estar siempre fuerte y de repente, cuando mejor estoy, reviento. Necesitaba reventar para estar bien porque si no hubiera estado contenida” decía la que fuese concursante de Supervivientes a Jorge Javier Vázquez.
Según relató, su enfermedad es como un trastorno explosivo intermitente y es que tiene picos, episodios repentinos en los que tiene emociones. “Si me cabreo estoy como si hubiesen matado a mi hijo, si estoy triste parece que se me ha muerto mi madre y si estoy feliz es como si me hubiese tocado la lotería”, relataba, explicando que por esos picos pierde mucha adrenalina y termina agotada.
Además, relató que la actual depresión tiene unas raíces muy profundas, ya que sufrió abusos y malos tratos, y además, tuvo trastornos alimenticios. Como consecuencia de la medicación, Steisy ha cogido 20 kilos, ya que la ansiedad la ha canalizado con la comida, y ha dicho a la gente que la llama “fea” o “gorda” que no saben el daño que pueden hacer a quien esté bajo de ánimos.
Del mismo modo, explicó que lleva mal que no la llamen para trabajar en televisión. Ya en plató, con el resto de los compañeros, se desveló además que tuvo algo "pero muy poca cosa" con uno de los colaboradores de Sálvame: Kiko Matamoros. “Fue una tontería, un pico, nos cruzamos por la discoteca y ‘pum pum”, describió.