Ciro Petrone y Daniela Santiago (Atresmedia)

Ciro Petrone y Daniela Santiago (Atresmedia)

Televisión

'#Veneno6': Cuando un primer minuto puede llegar a destrozarte

Javier Calvo y Javier Ambrossi siguen superándose a sí mismo con uno de los capítulos más reflexivos

14 octubre, 2020 10:34

Dejaban Javier Calvo y Javier Ambrossi el listón aún más alto en el quinto episodio de Veneno con un capítulo que narraba las luces y las sombras del ascenso al estrellato de Cristina Ortiz La Veneno y mostraba las costuras de aquella televisión escabrosa de los 90. 

Un capítulo que fue celebrado por la prensa y los seguidores de la serie con momentos que te rompían en dos como la llamada de Cristina a su madre en busca de ese cariño que siempre le negó, o el cameo de Pepe Navarro ‘despiéndose’ de alguna manera de la que una vez fue su musa.

Terminaba además con una impactante escenaen la que Cristina veía cómo se desmoronaba su mundo, en la que se daba cuenta de cuán efímera puede llegar a ser la fama y los sinsabores que ella acarrea.

Y precisamente así empieza el sexto capítulo, con otra escena que duele, que golpea fuerte en el corazón, mostrando esa caída a los infiernos de Cristina desorientada por las calles del centro de Madrid y siendo objeto de burla por aquellos que se cruzan con ella.

Una escena que nos hace reflexionar a todos sobre la actitud que muchas veces hemos tomado con este tipo de personajes salidos de la tele, con los que hemos disfrutado como el que más por sus ocurrencias, pero sin ser conscientes de las tinieblas que les envuelven.

A partir de ahí y, con la sobresaliente narración de Paca La Piraña, los Javis construyen un reflexivo relato sobre los obstáculos que han tenido las mujeres transexuales, siempre batallando no sólo para aceptarse a sí mismas sino para ser aceptadas y, sobre todo, respetadas; y la importancia de nunca olvidar las luchas y a los que te han ayudado en la vida.

El cameo meta

Volviendo a ese comparativa entre el presente (Valeria) y el pasado (Cristina) de estas luchadoras, Calvo y Ambrossi recuerdan que hubo un tiempo en el que entre el colectivo trans estaba instalado el mensaje de que, por la condición que tenían, no podían aspirar a mucho, que con tener a alguien al lado que a la mañana siguiente no escapara despavorido, era suficiente. Aunque ese hombre fuera un sinvergüenza que les hacía la vida imposible.

Un pensamiento que, aunque todavía haya muchos pasos por dar, afortunadamente ya ha cambiado y que es necesario nunca olvidar por mucho que uno se pueda acomodar, como así termina descubriendo Valeria. Ojo al cameo meta que se produce en el capítulo al estilo del de Pepe Navarro.

Porque, al final, la historia de Cristina es la historia de alguien que siempre fue en busca del cariño, primero el de su madre y después el de los hombres. Un cariño que tenía muy cerca en sus amigas y compañeras, pero que en muchas ocasiones no supo ver. 

Aplaudir una vez más el trabajo de Daniela Santiago, Isabel Torres, Paca La Piraña y una inconmensurable Lola Rodríguez, el grato atrevimiento de los Javis a jugar con la animación, y la conmovedora voz de Amaia Romero poniendo voz a un final doloroso que vaticina una recta final de lo más dura.