Este lunes, Chelo García-Cortés volvió a concursar en Quiero dinero de Sálvame, la sección en la que gana hasta 5.000 euros a cambio de superar diversas pruebas y responder preguntas complicadas sobre su vida privada.
En esta ocasión, la veterana periodista tuvo que responder si creía que “Belén Esteban es poco trabajadora y muy quejica” (algo que negó), se metió en una bañera llena de vísceras para buscar un diamante, y aceptó hacerse un pircing en la nariz en directo.
La prueba más peliaguda de todas fue cuando tuvo que elegir, de todos los colaboradores presentes en el plató, a uno para que no fuese a trabajar la semana siguiente (lo que conlleva que no cobre su sueldo).
“Yo de verdad me estás poniendo en una tesitura que es como si estuvieseis deseando que me fuera pero voy a seguir jugando” aseguraba Chelo. La elección parecía difícil, y posiblemente otro participante habría titubeado. No fue su caso. “Sé que me van a dar por todos lados pero elijo a Antonio Montero”, decía Chelo.
Antonio, que ya trabajó con García-Cortés en ¿Dónde estás corazón?, le quitó importancia a la elección, ya que solo trabaja un día a la semana y comprendía que era menos doloroso que elegir a otro que acude varias veces al programa diario. “Sé dónde estoy, dónde trabajo y que en otras épocas he venido tres y cuatro días a la semana”, aseguró Montero al respecto.