Kiko Rivera echa más leña al fuego para que sigan atacando a su madre
El DJ intervino en ‘Viva la vida’ para calmar a su mujer, la colaboradora Irene Rosales
23 noviembre, 2020 09:06Este domingo Irene Rosales vivía un momento complicado en Viva la vida; que los temas de su familia política estén generando tanto contenido la tiene sobrepasada, y en un momento dado del programa, salió del plató llorando.
Kiko Rivera se decidía entonces a entrar en directo al programa, tanto para calmar a su esposa como para lanzar un nuevo dardo envenenado a su madre. “Me siento súper orgulloso de ti, me rompe el alma verte llorar, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, no me gusta verte así”, decía a Irene, con la que concursó en GH DÚO. “Saca fuerzas, no llores. Ya lo paso yo mal por ti, vamos a tirar para adelante. En casa, las cosas que hagamos tú y yo son nuestras”, añadía.
En el programa se había leído el documento de partición de la herencia de Paquirri, y en ese sentido, Kiko Rivera dijo que no quiere herencia o dinero. “Yo lo que quiero es que mi madre, en un futuro, no me deje un marrón y yo a mis hijos. Eso es todo. La herencia me da igual. Llevo 36 años sin heredar nada de mi padre, me da igual, yo lo que quiero es que mi madre no me deje un pufo” valoraba.
El DJ dijo hace semanas en Sábado Deluxe que estaba pasando por un momento de depresión, y señaló que en la actualidad sigue hundido. “No me tiro el día llorando, pero tengo mis momentos. Solo quiero que esta pesadilla pase pronto y eso será cuando mi madre no me deje con el pufo. Esto depende de ella. Si este teléfono suena y me da las explicaciones necesarias, públicamente se frenará, internamente tendremos ese problema para siempre”.
Una llamada que no se produce porque “no sé si no tiene valor o qué”. Según Rivera “mi madre es un poco orgullosa, aunque hay que tragárselo. Por la salud de todos, debería de hacerlo. Debería comportarse como una madre. Para que se frene esto me debe llamar y dar las explicaciones necesarias. Lo puedo llegar a perdonar, pero no olvidar”.
Hasta el momento, Rivera no se arrepiente de nada de lo que ha dicho o hecho, y culpa a su madre de que él airease esas desavenencias, pues asegura que la tonadillera hacía “llamaditas” a periodistas y que se metió con su mujer, Irene Rosales. “Tú me has dado la vida, pero Irene me ha salvado, es la madre de mis hijos, ahí muero. La toque quien la toque, pego bocados” sentenció.