Antena 3 estrenará este viernes 14 de enero El Desafío, el concurso en el que ocho famosos tendrán que demostrar su habilidad para enfrentarse a complicados retos. Este gran formato creado por 7 y acción -productora de El Hormiguero- promete revolucionar el entretenimiento y ser "el programa con más tensión de la televisión en España".
Tal es la confianza que la cadena ha puesto en este proyecto que Jorge Salvador, CEO de la productora, ha anunciado este jueves que el programa ya trabajan en una segunda temporada: "Ya tenemos el casting prácticamente cerrado", ha desvelado.
Según ha adelantado Salvador, el programa es "un homenaje a todas las pruebas de Pilar Rubio en El Hormiguero 3.0", un formato familiar que en su primera entrega contará con Pablo Motos como invitado estelar, quien se enfrentará a una complicada prueba de la que dará detalles este jueves en su programa.
El casting de esta primera temporada está formado por Gemma Mengual, Pablo Puyol, Agatha Ruiz de la Prada, David Bustamante, Kira Miró, Jorge Brazález, Ana Peleteiro y Jorge Sanz. Los ocho han tenido que esforzarse al máximo para estar a la altura de esta dura competición en la que lucharán por ganar para donar dinero a sus fines benéficos.
"Algún concursante ha querido renunciar a mitad de programa", ha revelado Jorge Salvador, asegurando que en una de las pruebas más duras del concurso -la de apnea- "prácticamente todos han acabado llorando".
La gran exigencia de este formato ha generado tensiones entre los participantes y el jurado, formado por Juan del Val, Tamara Falcó y Santiago Segura. "Creo que no he sido malévola. Con una concursante tuve mis rencillas y no me saludaba por los pasillos. He sido dura, pero el formato lo exigía", ha confesado la colaboradora de El Hormiguero, que tras su experiencia en MasterChef Celebrity asegura que ha sido más fácil ser juez que concursante. "Me invitaron a participar como concursante y me alegro de haber dicho que no", ha bromeado.
Juan del Val, por su parte, ha afirmado que la gran exigencia del formato también ha generado sufrimiento a los jueces: "Lo hemos pasado mal, se han enfadado con nosotros, pero éramos conscientes de que formaba parte de lo que teníamos que hacer".
Roberto Leal será el maestro de ceremonias en este novedoso formato que pretende devolver a la parilla televisiva la idea de "gran show". "Es uno de los programas más exigentes y en el que más he sufrido como presentador", confiesa el andaluz.
La tensión estará presente en cada una de las pruebas y traspasará la pantalla, según ha relatado Leal: "En la prueba de apnea nos piden silencio absoluto en plató y yo jamás había vivido algo así. Todos aguantábamos la respiración y en casa también pasará".
El presentador, además, ha desvelado que él protagonizará su propio desafío, enfrentándose a Arturo Valls en una exigente prueba que le provocó una lesión de rodilla en los ensayos: "Estuve una semana presentando Pasapalabra con la rodilla mal".
La mecánica
Los ocho participantes de El Desafío se enfrentarán cada semana al reto individual que se les presente cada semana, además de superar las pruebas que surgen en cada gala. Al contrario que en otras competiciones, este formato no consiste en quedar primero, sino en demostrar la capacidad de superación personal de cada participante. Para ello, los mejores especialistas y profesionales trabajarán codo con codo con los ocho famosos para conseguir llevarlos al límite... y más allá.
Los tres miembros del jurado contarán con un sistema de valoración con puntuaciones del 1 al 7 y 10 puntos para el ganador de la gala, que podrá donar el premio a la causa benéfica que escoja.
El Desafío se graba en un plató de televisión de 2.300 metros cuadrados en el que trabaja un equipo de más de cien personas que ha cumplido en todo momento el protocolo sanitario anti-COVID.
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