Uno de los reclamos de la segunda entrega de La isla de las tentaciones que se emitía este jueves 28 de enero era conocer quién hacía sonar por primera vez la 'sirena de la tentación' del programa, una novedad que se ha introducido en su tercera edición para avisar a los participantes de que alguna de sus parejas ha traspasado los límites con sus tentaciones.
Tal y como venía adelantando Telecinco toda la semana, dos parejas serían las grandes protagonistas de esta segunda gala del reality. Marina y Jesús, por un lado, y Lola y Diego, por otro, iban a acaparar la atención de los espectadores por lo que había ocurrido en las villas en la primera semana de convivencia.
Marina y Lola habían sido las primeras concursantes en crear estrechos vínculos con dos de los tentadores, Isaac y Simone, respectivamente, y sus imágenes de complicidad y tonteo en Villa Montaña han generado expectación por ver cómo evolucionará la situación a lo largo de los días de convivencia.
¡ATENCIÓN, SPOILERS!
Pues bien, la incógnita por saber cuál de las chicas se había saltado los límites en los primeros días de convivencia ya se ha resuelto.
El más preocupado al escuchar el estridente sonido ha sido la pareja de Lucía, Manuel, quien mientras sus compañeros bromeaban con tomar un chupito mostraba cara de circunstancia: "Los límites más bajos eran los de Diego y los míos. Yo quiero mucho a Lucía, sé cómo es, pero en un momento dado puede llegar a confundirse", lamentaba el gaditano.
Diego, por su parte, ha reconocido su temor a que sea su chica la causa de la alarma: "Siempre me pongo en lo peor y me temo que las cosas se van a poner difíciles", confesaba el joven, quién había puesto el límite en "algo carnal".
Pero la chica que se ha saltado los límites de su relación no ha sido otra que Marina. La novia de Jesús ha aceptado el reto de intercambiarse un cubito de hielo con la boca con Isaac, su tentador favorito, manteniendo las bocas pegadas durante 10 segundos.
En la hoguera, Jesús ha podido ver las imágenes del momento y, visiblemente enfadado, ha asegurado que esto supondrá "un antes y un después" en su relación. "Es una falta de respeto a mí, a mi familia, a la suya y a lo que hemos construido en cinco años", ha aseverado.
Además de la escena del hielo, Jesús también ha visto cómo su chica hacía carantoñas con Isaac y le decía a sus compañeros que "por qué me está pasando esto si tengo mi novio. No sé cómo frenarlo".
"No voy a llorar porque no se lo merece. Por adentro hay un puñal, pero no me va a ver hundido en ningún momento. No se merecen de mí nada. Para mí, next", añade el joven, mientras sus compañeros le muestra su apoyo.
El joven había dicho que el límite estaba en "la afinidad con alguien, el que conectara, una mirada, una complicidad. Eso lleva ya a lo otro. Para mí perdería ahí la confianza. La confianza ya la perdió y si la vuelve a perder, hemos llegado al final".
Por su parte, a Marina también le preocupaba que tuviera afinidad con alguien. "Que pase mucho tiempo con ella, que se note que tontea con ella. Eso se ve en la cara, la risita tonta, caricias, besitos... Si ya tiene una relación más íntima, no lo perdonaría".