La Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid, a propuesta de la Red de Municipios con Desafíos Demográficos y contra la Despoblación Siembra, ha realizado un estudio académico piloto en el que se ha valorado la capacidad de los bosques municipales para convertirse en sumideros de carbono, algo que permitiría a los pueblos el acceso al retorno económico del mercado de los bonos de carbono. En concreto, se han analizado los bosques de tres localidades de Castilla y León, Guardo (Palencia), Igüeña (León) y Navafría (Segovia), a los que se añaden Celadas (Teruel) y Malagón (Ciudad Real).
El estudio ha sido financiado por la empresa de energías renovables Capital Energy, y ha sido presentado esta mañana en el palacio de Santa Cruz por Manuel Betegón, catedrático de EU de ingeniería Cartográfica, Geodésica y Fotogrametría de la UVa y coordinador de la investigación; Luis Calderón, presidente de la asociación Siembra; Eduardo Baeza Fontán, director de Relaciones Institucionales de Capital Energy y los responsables del grupo de investigación, Luis Carlos Fernández García y Francisco La Fuente Álvarez.
Como objetivo, el estudio se plantea "lograr que los municipios con problemas de despoblación puedan recibir los emolumentos que les pudieran corresponder gracias al mercado del carbono, con los que les sea posible incrementar, por ejemplo, su capacidad de contratación en las tareas de mejora y gestión selvícola de sus bosques y, con ello, mejorar sus tasas de absorción de gases de efecto invernadero". Con ello, se espera "contribuir a frenar el despoblamiento rural mediante la generación de puestos de trabajo". Además, tal como ha recordado Luis Calderón en la presentación, la investigación se enmarca "en la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible".
Los bosques de los pueblos escogidos para la investigación tienen características muy diversas en cuanto a vegetación, clima y suelo, y en un futuro, se plantea la ampliación a otras localidades "para abordar el objetivo final de estudiar todos los municipios del Estado" en cuanto al CO2 que absorben sus montes y su capacidad para hacerlo. En este sentido, tal como ha recalcado Luis Carlos Fernández García, se plantean propuestas como "la repoblación o aumentar la densidad de las masas existentes".
Los resultados del estudio han sido, en ocasiones, "los esperables, y otras veces sorprendentes", ha señalado Francisco La Fuente Álvarez, quien ha analizado la cantidad de carbono presente en los bosques, en cuyos suelos a veces se acumula durante un tiempo mayor al acumulado en la biomasa. También ha explicado que "la climatología influye de forma decisiva en la fijación de carbono en la biomasa forestal y en el suelo", algo que también depende de la tipología del propio suelo.
La colaboración de los municipios resulta fundamental para llevar a cabo proyectos como este, por el interés de conservar sus bosques para la obtención de recursos como la madera o para la preservación de la biodiversidad, entre otros aspectos. Además, una buena conservación de los montes resulta esencial para el descenso del número de incendios, tras los cuales todo ese carbono acumulado en la biomasa se libera de forma inmediata a la atmósfera.
El trabajo realizado sirve como respuesta a uno de los objetivos de la Dirección General de Políticas contra la Despoblación (Miteco), que establece las bases para la concesión de ayudas para la financiación de proyectos innovadores para la transformación territorial y la lucha contra la despoblación. En este sentido, se ha presentado una propuesta de subvención, bajo el nombre de CO2hesión, "que pretende dar a conocer la capacidad de sumidero de los montes de los municipios de menos de 5.000 habitantes". Dicha propuesta permitiría a los ayuntamientos disponer del aval con el que acceder al mercado de los bonos del carbono atmosférico, "que les permita ampliar sus nóminas de trabajadores para la conservación y ampliación de la capacidad de sumidero de sus términos municipales".