Dimite Luis Rivera, secretario general de UGT de Valladolid

La Unión General de Trabajadores está hoy de despedida. El secretario general del importante sindicato español, históricamente afiliado al PSOE en Valladolid, Luis Rivera, anunció este diciembre pasado su dimisión. En una carta en la que alegó motivos personales, el representante sindical pone la brocha final a una etapa dedicada a la UGT, que inició en mayo de 2021. Rivera ha renunciado menos de dos años después de llegar al cargo, pese a que la duración tradicional del mandato es de cuatro años.

Luis Rivera fue en aquel momento la única candidatura presentada al puesto y obtuvo el 90% de respaldo. El sindicalista relevó así a la que fuera entonces secretaria provincial, Nuria González, que no logró los avales para optar a la reelección. 
El sindicato aún no ha anunciado el sustituto de Rivera, y aún está organizando los mecanismos para la elección del nuevo perfil. 

Las normas dictan que hay que convocar un congreso extraordinario de la Unión Provincial, que aún no tiene fecha, para votar las candidaturas que se vayan a presentar. Las funciones que realizaba Rivera están siendo asumidas por diversos compañeros de UGT desde diciembre, y el ya ex secretario general del sindicato en la ciudad del Pisuerga continúa ligado a la Unión General de Trabajadores como delegado en la empresa que trabaja.

Cuando Rivera accedió al mando, resumió su proyecto de acción sindical en Valladolid como una "oportunidad única" para mejorar la organización y fortalecerla, convirtiendo a UGT en la primera fuerza sindical de la provincia. También prometió "colaborar" con las tres federaciones provinciales y convertir UGT en la primera fuerza sindical en Valladolid.

Entre los objetivos del sindicalista, que estaba comprometido con la conciliación de la vida familiar y laboral, igualdad y respeto a los horario, estaba el de "poner en valor la Unión Provincial de Valladolid y potenciar las zonas más desprotegidas", especialmente en Tierra de Campos. Otro de sus objetivos pasaba por materializar los derechos laborales que están sobre el papel, pero que no se aplican, a su parecer.