Gemma Villarroel (León, 1980), la nueva presidenta de Ciudadanos en Castilla y León desde el 30 de enero, es la apuesta de la formación liberal para liderar la carrera hacia las elecciones municipales de mayo. Decía Miguel Delibes que la política es una tentación comprensible para el que no tiene nada, una sentencia contra la que se rebela Villarroel, que es técnica superior en Desarollo de Sistema Informáticos y podría volver a su trabajo en la empresa privada mañana mismo.
Villarroel, que hasta ahora era coordinadora autonómica de la formación naranja, oficializó su nuevo cargo avalada por el Comité Permanente del partido, que la respalda y habla de ella como "una trabajadora incansable". "No vengo a vivir del carguito, solo a mejorar la vida de los castellanoleoneses", asevera la protagonista.
La también miembro de la Ejecutiva Nacional de Cs, es enérgica, determinada, y asegura, mientras habla con gran aplomo y destacable rapidez, que quiere hacer "una campaña rompedora" para transmitir sus propuestas. La nueva presidenta de Cs asegura que nada la frenará en esta aventura, ni siquiera su avanzado embarazo, del que habla con gracia: "El bebé me va a salir espídico, con este ritmo de trabajo".
Villarroel, que también es concejala en el Ayuntamiento de León, reniega de "lo fácil que es dejarse guiar por discursos populistas", y tiene claro que busca defender una política "útil" en la que Ciudadanos consolide el centro liberal, con profesionales que vienen del sector privado y tienen, a su parecer, una forma de vivir y de hacer política más práctica y más serena.
Pregunta.- Ciudadanos estrena nuevo equipo en Castilla y León sin mantener a uno solo de sus anteriores dirigentes. ¿Pretende romper con el trabajo del pasado?
Agradezco el trabajo hecho anteriormente, pero la ciudadanía nos pide una renovación. Quiero un equipo comprometido que apoye sin fisuras el arduo trabajo que hay por delante. No tiene un mayor significado simbólico, más allá de las ganas de empezar algo nuevo. A todos nos hace falta un cambio de aires y esa motivación extra. La contienda no es fácil porque la ciudadanía se polariza cada vez más, está cansada de la política, por eso nuestra misión es reconectar con el votante y convencerle de que hay una opción sensata, coherente y más útil.
P.- Ha pasado un año desde las últimas elecciones, cuando PP cambió a Cs por Vox. ¿Qué balance hace de la gestión de su partido?
Fue un error pactar con el PP en el gobierno. En su momento elegimos unos socios preferentes, y fue mal en algunos sitios, y un acierto en otros, como en Andalucía. En Castilla y León la estrategia no fue la correcta, pero ya hemos pedido perdón por los errores cometidos. Los errores se cometen a diario, pero a nosotros se nos castiga con más dureza. Quizá generamos unas expectativas demasiado elevadas sobre nuestro proyecto. No podemos fulminar a todo el mundo dentro del partido, ya hemos hecho suficiente autocrítica.
P.- ¿Cómo valora al gobierno autonómico? ¿Cómo ha repercutido desde que ustedes no gobiernan?
El cambio es abrumador, ha desaparecido toda transparencia y no mejoran nada las vidas de la gente. Cada vez que el señor Gallardo abre la boca, nos avergüenza a nivel autonómico, nacional y europeo. A nosotros nos refuerza, porque es una oportunidad de convencer al votante de que dé un giro al contexto actual y confíe en una alternativa liberal. Mi objetivo es que los pactos entre PP y Vox no se repliquen en ayuntamientos y diputaciones.
P.- Respecto a las municipales, ha comentado que van a recorrer desde los municipios más pequeños hasta las capitales. ¿De qué modo pretende intensificar el contacto con la calle?
Quiero hacer algo rompedor. La gente está muy cansada de la política, ya no le vale cualquier cosa para llamar la atención. Vamos a hacer cosas que realmente tengan algún interés, incluso que repercutan socialmente en algo positivo. Formaré un equipo a ese respecto con el comité autonómico y vamos a intentar que nuestra forma de ser se refleje también en las acciones que realizamos. Todo se irá viendo a su debido tiempo.
P.- ¿Cree que las municipales pueden ser la punta de lanza para impulsar a Cs en Castilla y León y a nivel nacional?
Me gusta más la palabra consolidación que impulso, y desde luego que las municipales son una oportunidad de consolidar a Ciudadanos. Si conseguimos que el liberalismo se asiente, me sentiré orgullosa, porque habremos roto una brecha.
El PP y el PSOE son partidos cortoplacistas y arcaicos que solo buscan salvaguardar su sillón y prometen cosas que nunca cumplen, como el proyecto de soterramiento del AVE León-Valladolid. El bipartidismo es muy cómodo y no le gusta hacer reformas que le puedan quitar votos. España es un país donde es difícil romper esa dicotomía del blanco y negro, pero nosotros apostamos por un centro práctico.
P.- El portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Valladolid ha dimitido porque afirma que Ciudadanos no representa el centro, y no es el único. ¿Cree que han sabido representar bien esta opción?
Somos liberales, así que respetamos la decisión de Martín Fernández y agradecemos el trabajo que ha realizado. Las decisiones personales son así, nadie está obligado a pertenecer a unas siglas, pero no estoy de acuerdo con las excusas que vierte. Nuestro partido representa un centro pragmático, no tiene la deriva conservadora que nos achaca el concejal. Mantenemos gobiernos con el PSOE y el PP, y hemos demostrado que nuestra prioridad es pactar programa, propuestas y reformas. Los dos concejales que quedan y el nuevo portavoz, Pablo Vicente, continuarán haciendo una gran labor en Valladolid.
P.- ¿Cree que en Castilla y León cuesta más fortalecer el centro que defiende? En las últimas elecciones el desplome de votantes fue considerable.
Nadie se fija en el centro hasta que alguien lo ocupa. Como Ciudadanos ha venido a ocuparlo, el PP y el PSOE nos intentan hundir constantemente porque pierden votos. La gente quiere ese centro práctico, pero el problema es el votante no se fideliza tanto como con otras opciones. Al centro se le perdonan muy pocas cosas porque somos una sociedad bipartidista. Si nos destrozan en las elecciones, PSOE y PP se irán a los extremos y condicionarán sus políticas para permanecer en el poder a cualquier precio. Esa es la opción del continuismo. Tenemos que tener la mente abierta y aceptar que un partido de centro puede pactar con todo el mundo mientras impulse buenas medidas para la gente.
P.- Uno de sus objetivos es consolidar el liberalismo, pero los liberales europeos tienen claro que hay que poner un cordón sanitario a la extrema derecha. ¿Su proyecto va en la misma dirección?
Nosotros nunca hemos gobernado con la extrema derecha, ni nos hemos sentado con ellos a negociar nada. Pensamos igual que los liberales europeos, pero hay una diferencia que debemos explicar a la gente. Si nosotros tenemos una propuesta, como la de mejorar la conectividad en Castilla y León, como liberales que somos tenemos que aceptar cualquier apoyo, venga de donde venga.
P.- ¿Contemplan gobernar con Vox, si los números lo requieren?
Los gobiernos de Cs con el PP pueden estar apoyados por Vox, pero Vox no está dentro del gobierno. No es una opción que contemplemos. Si Vox quiere apoyar nuestras propuestas, que son evidentemente liberales, significará que se han convertido y han dejado de decir y hacer barbaridades, cosa que celebraríamos.
P.- ¿Qué le han parecido los últimos presupuestos aprobados por la Junta? ¿Qué medidas mejoraría y cuáles desterraría?
Al final los presupuestos son migajas de promesas electorales, proyectos que se sacan de la manga un año antes por puro electoralismo. Nosotros vamos a cosas útiles. Hemos pedido mejorar la despoblación con una fiscalidad diferenciada para los territorios vaciados, impuestos y burocracia cero para el emprendimiento, conectividad al 100% para favorecer el teletrabajo... Llevamos tiempo intentando mejorar la sanidad y nos han tumbado las propuestas tanto PP como PSOE. Ambos están muy cómodos en hacer política mirando solo a los votos de los próximos años y no pretenden solucionar nada.
P.- El único procurador en las Cortes, Francisco Igea, ha pedido no figurar en el nuevo equipo de la región. ¿Cree que puede afectar a la imagen de coordinación y unidad del partido?
Francisco Igea nunca ha sido partícipe de colaborar en el trabajo interno de Ciudadanos, que es el más duro. Además, muchas de sus declaraciones ni siquiera van en la línea del partido. Sus declaraciones perjudican a Ciudadanos. Además, desde mi punto de vista, algunas ni siquiera son ciertas. Entiendo que decida no colaborar en el partido internamente, aunque, externamente, espero que cambie sus declaraciones. En Ciudadanos hay mucha gente comprometida y vamos a consolidar este espacio, y la falta de Igea no me preocupa en absoluto.
P.- Igea se ha desmarcado de la plataforma de Requejo y ha ironizado con que pida otra facultad de Medicina.
Considero que no se puede despreciar a ningún tipo de movimiento y menos cuando se busca mejorar la vida de los vecinos y luchar contra el hartazgo por las políticas bipartidistas. Me gustaría que Igea respetase este tipo de movimientos, porque además han tenido el mismo germen que tuvo Ciudadanos, se basan en el hartazgo con los partidos traicionales, y que evitase el sarcasmo al referirse al trabajo de los partidos localistas.
P.- El debate nacional, con el proceso de elección interno y una relación tensa entre Inés Arrimadas y Edmundo Bal, ha hecho mucho ruido. ¿Teme que afecte a los resultados en Castilla y León?
Debatir ideas no es algo malo, hay que naturalizarlo. Yo apoyaba la lista de Patricia Guasp y Adrián Vázquez, y estoy convencida de que van a hacer un buen trabajo. De todos modos, hay que tomarse estos debates como una competición sana. Hay que respetar la democracia interna y apoyar el nuevo liderazgo, algo que mi partido defiende, como se vio en el apoyo a los Estatutos, que salieron refrendados por más del 95% de comisionarios de todas las candidaturas. Inés y Edmundo debatieron, no discutieron. En Ciudadanos no nos matamos entre nosotros, porque somos perfiles que no buscamos vivir de la política.
P.- Castilla y León es una tierra que ahora es protagonista por ser el piso piloto del primer gobierno con Vox. ¿Le preocupa cómo lograr un enfoque de centro en estas circunstancias?
Es un tema que me avergüenza, pero también lo veo como una oportunidad para demostrar a los votantes que este gobierno no se puede repetir a nivel nacional o local. Las comunidades autónomas más envejecidas tienen que estar en el mapa, y creo que eso pasa por hacer frente a problemas muy arraigados como el sistema de partidos, la ley electoral o los votos cautivos de los nacionalistas. Ahora es el momento de ser valientes y trabajar para eliminar las desigualdades e impulsar reformas que modernicen el país.
P.- Lleva tiempo en política, con la coordinación de Ciudadanos y la portavocía en León. ¿Qué aprendizaje saca y qué errores evitará para encarar los retos que menciona?
He cometido muchos errores, sobre todo por falta de experiencia en mis inicios. Me he vuelto más desconfiada con las instituciones. Cuando comencé en política, era una persona mucho más confiada y ahora pienso y actúo con mucha más cautela. Intento alejarme siempre de los clásicos de la política que no aportan nada, como las guerras internas, y dedicarme más a la gente de a pie y a los problemas reales. Cuando estás en cargos públicos, puedes perder la perspectiva de la realidad y eso contamina una buena gestión.
P.- ¿Qué referentes políticos tiene y utilizará para enfocar su carrera hacia las elecciones de mayo?
Siempre he admirado especialmente a Obama, aunque también me gusta mucho Macron, en Francia, o Trudeau, en Canadá. Evidentemente, Albert Rivera e Inés Arrimadas han sido mis referentes en política y siguen siéndolo, porque han hecho una gran labor.
P.- Ciudadanos se desplomó en 2019 con el liderazgo de Albert Rivera, y cayó a sexta fuerza. El partido se dejó dos millones y medio de votos respecto a los anteriores comicios.
Me refiero al Rivera que esperanzó a millones de españoles y rompió el statu quo del bipartidismo eliminando la corrupción de las instituciones. Además, cuando cometió errores asumió en primera persona su dimisión, cosa que no han hecho ni Sánchez, ni Casado en su momento, que también tuvieron unos resultados desastrosos pasando de tener 180 diputados a tener 80.
P.- Su partido aún está conformando las listas, que no son cremallera. ¿Pretende que la igualdad sea un eje vertebrador de su propuesta política? ¿Qué fechas maneja para cerrarlas definitivamente?
Se anunciarán en las próximas semanas, como fecha límite principios de marzo. Me gustaría hacer una lista solo de mujeres, siempre lo he pensado. Sería algo muy llamativo, diferente y rompedor. Quiero dejar claro que creo en las personas, no en los sexos, y pienso que ninguno es mejor, simplemente somos diferentes. Simplemente me gustaría que las mujeres llegáramos a tener puestos de responsabilidad donde se note una gestión distinta. La igualdad es un eje clave de cualquier política, yo he notado el machismo en las instituciones por ser mujer, y ser mujer joven. La edad también puede ser motivo de desprecio.
P.- ¿Su programa pondrá el foco especialmente en la juventud? ¿Qué propuestas maneja para reconectar con el votante?
Tenemos propuestas para todos, porque de todos los ámbitos vamos a sacar algo. No queremos abarcar demasiado como hacen los partidos porque queremos ser sinceros y decirle a la gente la verdad. A nivel autonómico, llegamos a cumplir más del 80% del programa en dos años y medio de gobierno, porque era un programa asequible. Lo que me da rabia son los programas eternos que ponen de todo en el PP y el PSOE y que no cumplen una sola línea. Nuestro programa va a ser sencillo, pero no serán propuestas grandilocuentes sino realistas.