No es nuevo: no hay médicos de Familia y en verano la situación se agrava para cubrir vacaciones, bajas por enfermedad y otras licencias, y también para reforzar la atención en los pueblos, que en algunos casos duplican su población. Las bolsas están vacías y el plan de contingencia de la Consejería de Sanidad para el próximo período estival al que ha tenido acceso Ical pasa por que cada gerencia organice la atención en función de sus necesidades.

Las otras bazas son programar actividad por las tardes de manera remunerada en los centros de salud, tras el acuerdo con el sindicato médicos CESM y, el comodín, recurrir “al sistema reglado y gratuito de trasporte a la demanda”.

De este modo, la Consejería repetirá lo que ya tuvo que hacer el verano pasado en varias áreas de salud, porque “no se pueden hacer milagros”, no se sacan médicos de debajo de las piedras y no hay sustitutos, como ha venido reconociendo el responsable de Sanidad, Alejandro Vázquez, desde que está al frente de Sacyl.

Así, su departamento optará primero por acuerdos por gerencias y por la organización de cada una de las 247 zonas básicas de salud, de modo que implementen, como último recurso, un sistema de transporte del consultorio al centro de salud de referencia para que la población sea atendida en tiempo y forma.

Es la última opción, pero está sobre la mesa, y se tirará de ella cuando sea necesario como ya ocurrió en julio y agosto de 2022, en zonas de Segovia, como en las de Nava de la Asunción y La Sierra, y tres de Palencia, en concreto Carrión de los Condes, Osorno y Cervera de Pisuerga.

“En los pueblos vamos a mantener la asistencia todo lo que podamos y siempre que podamos en los consultorios. Y, cuando no podamos, tendremos que concentrar la asistencia en los centros de salud”, avanzaba hace menos de 15 días Alejandro Vázquez, quien ya advirtió que se tomarían las medidas de organización de la asistencia necesarias para, sin quitar servicios, permitir que los profesionales disfruten de sus vacaciones y los pacientes sean atendidos.

Enfermería

Por lo que respecta al personal de enfermería, están previstas 465 sustituciones, en todas las provincias, para cubrir los descansos y permisos de los 2.688 profesionales de los centros de Atención Primaria, que se traducen en 37.056 horas de jornada ordinaria y guardias.

En todas las áreas se han previsto sustituciones, aunque las cifras más elevadas las acumula Burgos, con 100 y 8.918 horas, seguida por las áreas de Salud de Ávila (63 y 4.678) y Segovia (66 y 4.149).

En el caso de la provincia de Valladolid, el área Este suma 29 sustituciones con 2.465 horas; el oeste, 26, con 2.210 horas, mientras que en el caso de Salamanca se elevan a 40 (3.400 horas); en El Bierzo se elevan a 20 (1.083); en el de León, a 36 (2.320); en el Área de Salud de Zamora, a 36 (3.440); en Palencia, a 31, con 2.875 horas; y en Soria son 18 (1.518).

Cierre de camas

Por último, debido a la caída de la actividad en los hospitales, consecuencia del ‘parón’ estival que provoca que en algunos servicios la presión asistencial se reduzca hasta en un 50 por ciento, la previsión de la Consejería es cerrar 470 camas, de las 6.351 existentes, es decir, casi un 7,5 por ciento.

El plan de contingencia fija una previsión de 112 camas en el caso de Burgos (ninguna en los hospitales de Miranda de Ebro y Aranda de Duero). En la provincia de Valladolid serán 149, a razón de 89 en el Hospital Clínico Universitario; 49, en el Universitario Río Hortega, y once, en el de Medina del Campo.

En León, serán 58 en la capital, y 38 en el Hospital de El Bierzo; en Palencia, 51; en Salamanca, 33, y en Soria, 16.En Segovia no se cerrará ninguna cama, según la previsión inicial, al igual que en Zamora.

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