No es una noticia nueva, ocurre todos los veranos, pero no por ello no deja de ser preocupante. La carencia de personal sanitario es cada año un problema al que se tiene que enfrentar la Consejería de Sanidad de Castilla y León, pero que acaba finalmente pagando el ciudadano. La ecuación es muy sencilla. Médicos, enfermeros, cuidadores, auxiliares…todos se cogen sus vacaciones, sus merecidas vacaciones, y hay serios problemas para poder sustituirlos. Faltan médicos y médicas, faltan enfermeras y enfermeros en Castilla y León…y en verano aún más.
Un problema que es sabido por el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, pero que reconoce que “no se pueden hacer milagros”. Y es que la “dificultad” para afrontar el periodo estival, copado por las vacaciones de los profesionales sanitarios, con las plantillas médicas existentes es muy complicado. “Profesionales médicos hay los que hay, no hay más y, por lo tanto, deben de disfrutar de sus vacaciones durante el periodo estival y tomaremos las medidas de organización de la asistencia necesarias para, sin quitar servicios, permitir que tengan el derecho al disfrute de sus vacaciones”, pero estas medidas no siempre son satisfactorias para todos.
Por ejemplo, UGT ha criticado que Sacyl cierra 187 camas en los tres hospitales de Valladolid y desatienda al medio rural, además de posibles cierres de plantas. Pues bien, el consejero tira de eufemismo. “Yo no hablaría de cierres de plantas, hablaría de adaptar la estructura a la asistencia en el verano. Todos sabemos que en el verano hay un menor número de patologías respiratorias o de medicina interna, lo que nos tiene que permitir adaptar ese número de camas en funcionamiento a las necesidades reales en cada momento, sabiendo que si por cualquier circunstancia se necesita, se pueda dar la asistencia. Por tanto, no hablaría de cierre, hablaría de adaptación”, ha asegurado.
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El mundo rural en verano cambia por completo. Adiós a las imágenes de calles vacías y de consultorios sin gente. Es verano, tiempo de los denominados forasteros y de los veraneantes. Así, muchas zonas rurales se ven desbordados por gente de incluso otras comunidades. Ocurre en Ávila y Segovia con madrileños y en Burgos con vascos. La población se multiplica exponencialmente y afecta a los servicios que se ofrecen. ¿Qué hacer? Pues refuerzos, especialmente en Atención Primaria, más gente en Enfermería y pasando consultas por la tarde. Y por supuesto, se solicita que se haga un uso adecuado y responsable de los recursos sanitarios. Y por supuesto, Vázquez asegura que es un problema no sólo de Castilla y León sino del resto de España.
El sindicato USO Sanidad en Castilla y León, a través de su responsable Carlos Quiñones, mantiene la opinión de que la “falta de profesionales enfermeros y médicos es seria” y pone de ejemplo el hospital de León y reconoce que el error procede de que no hay enfermeras en la bolsa de contratación, debido a la escasez de estos profesionales.
Enfermeras contratadas
Y en la misma situación se encuentran las enfermeras por lo que el presidente del Consejo Autonómico de Enfermería de Castilla y León, Enrique Ruiz Forner, daba esta semana en Valladolid la voz de alarma ante la falta de profesionales para cubrir las vacaciones de verano. En su caso pone números sobre la mesa, hay 17.500 profesionales en la Comunidad, "en torno al 6,1% por cada 1.000 pacientes", mientras que en la Unión Europea la media se sitúa en el ocho. "Necesitaríamos unas 1,9 enfermeras por cada 1.000 pacientes más, alrededor de 3.500 enfermeras, para estar al nivel de Europa", calculó.
Y es que curiosamente no es un tema económico, es simplemente porque no hay personal. Por este motivo, el consejero de Sanidad aseguró hace un mes que su departamento trabaja para poder contratar a todas las enfermeras que hayan finalizado la car¡rrera este curso, según sus estimaciones unas 750 en la Comunidad. Asimismo se trabaja con otras comunidades para lograr atraer más material humano.