Son los únicos novilleros de Castilla y León anunciados en la feria de San Isidro, la más importante del mundo. Ambos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, y han dejado muy alto el pabellón de la tierra.

Jarocho

Las dos orejas las consiguió Jarocho en el último novillo de la tarde; un utrero de Madrid, con trapío, serio por delante, (castaño claro y capuchino) de nombre Iluminado, marcado con el número 109, con 505 kilos, de la ganadería gaditana de Fuente Ymbro.

Lo recibió Jarocho con una larga cambiada, seguido de una brillante tanda de verónicas. El animal tomó dos puyazos, ambos desde lejos. Y en banderillas, el utrero tuvo un buen son, lo que permitió que Jarocho padre saludara montera en mano tras un brillante tercio de rehiletes.

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En la muleta, el animal fue codicioso y se orientó enseguida mostrando un serio peligro. No se amilanó el huertaño y le hizo frente a Iluminado con inteligencia y mucha bragueta. Las tandas de naturales sonaron en Las Ventas a triunfo grande. Tras el espadazo, volcándose entre los pitones, el público pidió con fuerza las dos orejas que el usía concedió. El animal fue aplaudido en el arrastre.

Con el tercero bis de Villanueva, por devolución del titular, Jarocho se presentó en la catedral del toreo con muchas ansias de triunfo. Molestó el viento en el recibo capotero, pero en la muleta tuvo mucho mérito iniciando el trasteo de hinojos ante un animal cambiante, mostrando su buen concepto del toreo con muletazos de mucho empaque. Fue una faena de menos a más culminando con una estocada tendida. Sonó un aviso y la petición de oreja fue escasa. Dio una vuelta al ruedo.

Ismael Martín

Una oreja cortó el salmantino de Cantalpino al serio quinto, al que le hizo un buen tercio de rehiletes. Con la muleta inició la faena con un farol para proseguir con una serie de derechazos con ligazón. Denota oficio Martín que estuvo muy firme ante un novillo que nunca se entregó. Las bernadinas finales fueron jaleadas por el público. La espada, de efecto fulminante, quedó algo desprendida tras tirarse tras de ella con mucha fe. Paseó una oreja.

Con el que hizo segundo, Ismael Martín fue silenciado tras una labor ardua con la muleta ante el exigente y geniudo Fuente Ymbro. Se lució en el recibo capotero y haciendo un quite muy expuesto. Con las banderillas no logró llegar al tendido. La estocada fue defectuosa.

Alejandro Peñaranda

Por su parte, Alejandro Peñaranda, hecho en la escuela taurina de mi tierra albaceteña, paseó una importante oreja del precioso jabonero y geniudo cuarto, al que toreó con primor con la zurda. Antes recibió un volteretón impresionante en una colada por el pitón derecho. Supo sobreponerse el joven novillero de Iniesta que mató de una buena estocada.

Con el que abrió plaza, que brindó a Román, mostró oficio y logró que el novillo rompiera para delante merced a su temple con derechazos bien logrados. Luego, con la zurda, logró una serie de toreo profundo. La gran estocada llegó en segunda instancia. Fue aplaudido tras un recado del palco. El coso tuvo una entrada de 17.951 espectadores, entre ellos 60 aficionados y seguidores de la peña “La Herrén”, que se desplazaron desde la burgalesa Huerta de Rey.

En definitiva, una tarde de buen toreo y que para Jarocho será inolvidable tras salir por la puerta grande del coso más importante del mundo. Por cierto, fue una tarde de quites, donde los tres novilleros alcanzaron cotas interesantes en este tercio que casi está desaparecido.

¡Enhorabuena, Roberto. Enhorabuena huertaño!