Los ilustres personajes escondidos por las calles de Valladolid (II)
En la entrega de ayer recorríamos las calles de Valladolid de la mano de la guía oficial de Valladolid, María Martín, para encontrarnos con personajes de riqueza cultural e histórica altamente contrastada como José Zorrilla, Vicente Bailarín Escudero, los fotógrafos Muñoz y Leopoldo Cano.
Hoy les acercamos otros cuatro magníficos exponentes de la cultura y la política de Valladolid, que difundieron el nombre de la ciudad y que nos ayudan a comprender mucho mejor la historia de una ciudad rica en patrimonio y en exponentes culturales.
Miguel Íscar, Miguel de Cervantes, Felipe II y el Imaginero que se sitúa muy cerca del Teatro Calderón son los protagonistas de esta segunda entrega.
Miguel Íscar y su fuente de la fama
“Miguel Íscar fue el culpable de la transformación a un Valladolid más moderno soterrando los dos ramales del río Esgueva. Tiene un busto en el Campo Grande y una fuente de la fama en los tres años que fue alcalde, entre 1877 y 1880”, nos cuenta María Martín, hablándonos del exalcalde.
La fuente de la Fama se inició en 1882 aunque su inauguración se prolongó hasta noviembre de 1883 debido a la falta de recursos económicos que serían solventados posteriormente por las ayudas del Ayuntamiento. La obra ha sufrido modificaciones a lo largo del siglo XX mientras que la columna que la soporta recuerda la labor del político.
Miguel de Cervantes y su increíble labor por y para Valladolid
“La estatua de Miguel de Cervantes es una de las más conocidas de la ciudad y fue creada por el escultor, Nicolás Fernández de la Oliva, para resaltar la gran labor del escritor”, nos cuenta la guía oficial de Valladolid.
Se sitúa en la Plaza de la Universidad muy cerca de la catedral de la capital del Pisuerga y vigilando muy de cerca todos los movimientos que se producen a su alrededor.
El imaginero, difícil recoger tanta calidad en un nombre solo
“A la hora de hacer una escultura dedicada a los artistas que realizaron todos los pasos, la llamaron en general el imaginero porque era difícil decantarse por un Berruguete, Juni o Gregorio Fernández. Está ubicado en un punto muy bonito, por donde pasan todas las Cofradías el Viernes Santo”, nos cuenta María.
Se trata de una de las estatuas más modernas de la ciudad, realizada por Jesús Trapote en el año 2003 y creada en bronce fundido con unas dimensiones de 2 metros y un peso de 900 kilos. Un auténtico homenaje a los principales artífices que han conseguido que la Semana Santa de Valladolid sea una de las más admiradas no solo en España sino en el mundo entero.
La importancia de Felipe II
“Es el vallisoletano quizás más importante de la historia de Valladolid. La escultura fue realizada por Federico Coullaut-Valera en 1964 y está situada en la Plaza de San Pablo, mirando a esta y delante del Palacio Real”, nos confirma nuestra guía.
Se trata de una de las estatuas más importantes en cuanto a la historia y con más vinculación con la ciudad ya que Felipe II nació en el Palacio de Pimentel, situado a escasos metros.
Cuatro personalidades de calado en nuestra cultura vallisoletana, admirados que servirán de antesala a los cuatro últimos que presentaremos mañana como colofón a esta trilogía.