Crónicas urbanas y artesanales
Son, según Alejandro Angulo, el sobrino, sanadores de la Semana Santa de Valladolid ya que por su taller han pasado numerosos objetos de las distintas cofradías pucelanas para ser reparados como la cruz del paso de la Virgen de las Angustias, el manto original de Jesús en la Borriquila; faldas de diferentes carrozas y andas.” Y además -recalca Alejandro- tenemos el orgullo de ser los creadores del sistema de acolchado de los varales de las andas, mediante la técnica de guarnecido con crin vegetal”.
Nosotros fuimos testigos de la carga de unos varales recién terminados para una de las numerosas cofradías que existen en Valladolid. Y antes de cargarlos al camión Alejandro Angulo, el tío, con sus 80 años a punto de cumplir y con una vitalidad asombrosa, nos enseña la forma de trabajar estos varales, y nos muestra su escaparate que desde hace una docena de años montan con esmero y delicadeza cada Semana Santa. Además de otros escaparates temáticos como los taurinos en la feria septembrina (del que dimos cuenta en otro reportaje), la Virgen del Carmen de Extramuros o la Virgen de San Lorenzo para celebrar el centenario de su coronación.
Los dos Alejandro, tío y sobrino, se encargan de estos menesteres artesanales en su taller de la calle Goya y cuyos ancestros crearon Tapicerías Angulo en 1900. La vinculación a la Semana Santa vallisoletana de estos artesanos viene por dos vías: por la de sanadores y por su pertenencia a dos cofradías cada uno: Vera Cruz y Angustias y Sagrada Cena y Angustias respetivamente.
Alejandro Angulo, el veterano, nos muestra la austera capilla castellana representada en la entrada del taller a modo de escaparate para disfrute de todo el que quiera asomarse a su paso por la calle Goya. La citada capilla consta de un Crucificado de gran tamaño, del siglo XVI, en madera policromada y posiblemente procesional, subraya Alejandro, el sobrino.
En la misma estancia, orando al Crucificado, posa un maniquí vestido con ropas típicas castellanas procedentes de la familia; completa la escena un hachón de forja y un recopilatorio de anea perteneciente a la abuela de Alejandro. Todo un primor montado con lujo y detalle, a pesar de la austeridad.
Pero el taller no solo trabaja para cofradías de Valladolid. Según nos comentaba Alejandro, el sobrino, acaban de entregar la tapicería (un precioso sillón) para la nueva sede canónica de distintas hermandades de Chiclana de la Frontera (Cádiz). “El encargo- nos dice Angulo- consistió en la tapicería para la nueva Sede, la cual realizamos a la antigua usanza, con muelles en el asiento y guarnecidos en asiento y respaldo, tapizando el conjunto en damasco color guinda y rematando con cinta de pasamanería realizada a mano”.
No se me ocurre otra cosa para finalizar este reportaje que mencionar al gran Gregorio Fernández, escultor (imaginero) del Barroco; máximo exponente de la escuela castellana de escultura que falleció en nuestra ciudad.
La tradición afirma que El Señor Atado a la Columna preguntó a Gregorio Fernández, su autor: ¿Dónde me miraste que tan bien me retrataste? a lo que el imaginero respondió: En mi corazón, Señor. Feliz Semana Santa a todos y enhorabuena a la Familia Angulo.