El antes y después de la restauración del Padre Eterno de Peñaflor de Hornija

El famoso caso del Ecce Homo solo pasa una vez en la vida. Y es que cuando las reliquias se ponen en manos de profesionales no tienen que acabar como aquel famoso despropósito de Borja. De esta forma, la tabla de ‘El Padre Eterno’ ha sido restaurada en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, en Simancas. Se trata de una pintura sobre tabla del siglo XVI que procede de la sacristía de la iglesia de Santa María de la Expectación, en Peñaflor de Hornija, declarado Bien de Interés Cultural en 1997. La obra está atribuida a Antonio Vázquez, uno de los artífices más importantes de la primera mitad del siglo XVI.

La tabla está flanqueada por dos pilastras de estilo renacentista, con grutescos y en ella se representa la figura de Dios Padre entre nubes y con los brazos abiertos, uno para bendecir y otro que sujeta el orbe.

Su interés reside en la calidad de su obra, donde se muestra la pervivencia de arcaísmos junto al gusto de la clientela de su tiempo. La mayoría de los retablos y tablas sueltas realizadas por el pintor, pertenecientes en origen a monasterios vallisoletanos desamortizados, hacen que en la actualidad, muchas de estas obras se encuentren en museos y en colecciones privadas.

Policromía

Los presentes trabajos de restauración han recuperado los aspectos materiales y estéticos de la obra. Tras fijar los levantamientos de policromía, se procedió a la eliminación de barnices alterados y suciedad. Las faltas de policromía, después de igualar el nivel estratigráfico, se reintegraron con una técnica discernible. Finalmente se aplicó una capa de barniz como acabado y protección final.

Esta restauración se enmarca en la política de colaboración de la Consejería de Cultura y Turismo, en este caso con la Parroquia y el Ayuntamiento de Peñaflor de Hornija, para la conservación del Patrimonio Cultural.