Las artes escénicas de Castilla y León demandan un programa a largo plazo para el entorno rural

La crisis provocada por la irrupción del coronavirus en marzo de 2020 puso patas arriba casi todos los sectores productivos del mundo, también los de las artes escénicas en Castilla y León, máxime tras el anuncio del cierre de teatros y salas de cine. El virus entró en escena como protagonista de una función que ningún artista quería representar. 

Poco a poco el sector ha vuelto a levantar el telón en 2021 pero siempre con una mirada puesta en la incertidumbre de la posible aparición de una nueva variante del Covid-19 que vuelva a obligarlos a bajar las persianas, lo que supone un lastre para las inversiones.

Sin embargo, algunos problemas de fondo que arrastra este sector son previos a la pandemia y tienen más que ver con la estructura que con otros asuntos.

"El teatro, la danza y la música no llegan a todos los ciudadanos por igual. Apenas llegan a los que viven en entornos rurales. Y que los padres vean que sus hijos no van a tener acceso a este tipo de espectáculos también influye a la hora de decidir ubicar su residencia fuera de las ciudades", comenta Tomás Martín, presidente de Artesa (Artes Escénicas Asociadas de Castilla y León), que reúne a las mayores 40 compañías de la Comunidad como Azar Teatro, Fabularia, La Quimera de Plástico o Teatro Corsario.

Se trata de un "aprendizaje que los niños que viven en el medio rural apenas tienen, y en este sentido, por más que hemos presentado propuestas, la Junta de Castilla y León no ha hecho nada", afirma Martín.

El portavoz de Artesa apunta a un error de base el hecho de que las consejerías de Educación y Cultura no vayan en una sola, así como considera "grave" que lo que sí existe en otras comunidades autónomas como Andalucía, Murcia o Cantabria, "no podamos ofrecerlo al público que vive alejado de las ciudades a través de un plan de teatro por comarcas".

Fuerte dependencia de las instituciones

Se trata de un sector que depende en un 80% de la financiación pública (Castilla y León tiene transferidas las competencias en esta materia), con un presupuesto que rondó los 600 millones de euros para las convocatorias de 2018 a 2021.

Precisamente, la Junta de Castilla y León ha publicado el pasado lunes en el Bocyl una inyección de casi un millón de euros encaminada a modernizar las infraestructuras de las artes escénicas en Castilla y León, un 50% más respecto a la anterior convocatoria y que permitirá, además, financiar las actuaciones de estas compañías desde el pasado 1 de abril de 2020 (muchas quedaron anuladas pero las inversiones ya estaban hechas) al 30 de septiembre de 2021

Una dotación económica que proviene directamente de los fondos europeos previstos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para 2022 y cuyas solicitudes se pueden presentar del 17 de enero al 4 de febrero de 2022.

"Son ayudas de Europa para mejorar parte de las infraestructuras que necesitamos para desarrollar nuestro trabajo y que vienen bien, pero insistimos en que lo que más necesita este sector, que cuenta con profesionales de primer orden a nivel nacional en Castilla y León, es inversión, tiempo para poder trabajar en esa inversión, y confianza de los políticos para desarrollar una red de teatro fuerte que llegue a todos", explica el presidente de Artesa.

Las subvenciones son el balón de oxígeno que mantiene vivo el mundo del espectáculo, en aras, por otra parte, de lo dispuesto en la propia Constitución Española en su artículo 44, que reza que "los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho".

Así, la propia Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León contará con casi 150 millones de euros, de los cuales aproximadamente 71 millones irán destinados a promocionar en 2022 ese derecho, lo que que supone, en el caso de la Cultura, un 18% más que las cuentas aprobadas en 2021.

Un presupuesto mayor que el de 2021 para una "Comunidad muy dispersa, que tiene demasiado cerca el imán de Madrid, y a la que le cuesta trabajar en otra región de España porque otras comunidades autónomas sí protegen a sus profesionales del espectáculo priorizando su contratación".

Por de pronto, Martín recuerda que el sector está "pendiente" de la nueva convocatoria de ayudas para el período de 1 de octubre de 2021 al 31 de septiembre de 2023, para la que prevé un importe aproximado de 1,2 millones de euros, que "supondría triplicar la cantidad de 2018, por lo que creemos es una muy buena noticia", concluye.

Un sector demasiado atomizado

Luis Miguel García, vocal de FAETEDA (Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza), va un paso más allá y afirma que "el sector de las artes escénicas en Castilla y León está muy atomizado lo cual repercute negativamente en su fortaleza y productividad".

Indica que en Castilla y León hay cerca de noventa empresas pertenecientes a este mercado, pero muchas de ellas la conforman "apenas dos personas y sin estructura escénica". 

En este sentido, los artistas "vamos buscando siempre cosas nuevas que ofrecer al público, pero como no somos un sector que represente un peso fuerte en la economía de la Comunidad, se nos hace poco caso", afirma García. 

"Las artes escénicas son la vida misma, y lo hemos visto durante esta pandemia", continúa García. "Hemos pasado de la risa al llanto y hemos descubierto matices hasta entonces desconocidos en muchas de las personas que teníamos más cerca", añade.

El teatro, la música y la danza "necesitan de un apoyo real por parte de las instituciones; un apoyo a largo plazo tras el que se puedan haber conseguido cosas, tras el cual poder ofrecer un resultado", indica.