Persistencia. Esa sería la palabra perfecta que podría definir a los protagonistas de esta historia. Dos testimonios que reflejan que, en esta vida, nada es imposible. Luchar por los sueños, alcanzarlos y vivir de ellos. No poner barreras. No aceptar que nadie diga que no se puede hacer o lograr algo.
Sus nombres son Ester y Pol, y aunque cada uno tiene una historia, están unidos por el arte y la discapacidad. Un vínculo forjado en la Gala SuperArte que se celebra por primera vez en Castilla y León; en concreto, en Valladolid, el día 4 de abril.
Ester: "Los médicos no se lo explican, para mí es un milagro"
Hay casos que realmente merece la pena conocer. Su nombre es Ester Sanmartín, tiene 41 años y desde los siete lleva vinculada al violín. Lo más sorprendente, sin duda, es que tiene una discapacidad auditiva del 80%, lo que quiere decir que solo escucha un 20%.
Una discapacidad que viene de nacimiento, aunque siguen "sin saber muy bien qué pasó", tal y como relata a EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León. Sus inicios fueron como el de cualquier otra niña. Cantaba en el coro de la iglesia y allí todo el mundo tocaba instrumentos, era "tradición".
Sin embargo, un día su vecino apareció con un violín y ella decidió también adentrarse en este instrumento. "Si él podía, yo también. Le dije a mi madre que quería tocarlo y me apuntó a la Escuela de Música. Era muy pequeña, muy familiar", asegura.
Lo realmente sorprendente es que nunca ha necesitado "adaptación ni trato de favor". Y los médicos "no se explican" que pueda tener oído absoluto. Ella, "siendo cristiana", lo define como "un milagro".
Ahora es colaboradora habitual del Grupo SIFU y participa desde hace varios años en las galas. La preparación es sencilla. Ellos les mandan las partituras con os temas, los audios y, posteriormente, quedan unas semanas antes para ensayar.
Una gala "muy emotiva" que consigue dar visibilidad a otras personas. Sanmartín pone como ejemplo a uno de los artistas que tiene parálisis cerebral y consigue tocar un instrumento con los ojos. "Son testimonios emotivos. La gala es diferente en cada sitio porque se adapta al público. Cada historia es un mundo y cada uno cuenta la suya. Es bonito poder escucharlo", asegura.
Pol: "A la gente le choca que un invidente pueda hacer cualquier cosa"
Él es Pol Oñate y también lleva vinculado a la música desde una edad muy temprana. No ve prácticamente nada, "solo algo de luz", y es pianista y compositor.
Recuerda, entre risas, que desde los siete hasta los catorce años hizo "muy poco caso" a su profesor de música, pero después descubrió que podía componer y lo entendió como "una herramienta de expresión" que consiguió engancharle.
Lamenta que la sociedad no esté preparada para las personas con discapacidad: "Vivimos en un mundo donde a la gente le choca que un invidente pueda hacer cualquier cosa". Y es que no es nada habitual ser conocedor de un testimonio tan sorprendente como el de él. Pero ¿es complicado poder llegar a ser pianista sin ver? Oñate responde tajante: "No".
Y continúa aclarando que la "música se toca con las manos y se escucha con el oído". A la par que, recuerda, el problema no es la música en sí, sino que "el sistema no está capacitado" para este tipo de personas.
"La única barrera está en la mente", asegura, igual que lo hacía la anterior artista Sanmartín, quien coincide en sus palabras. "Hay un poso capacitista en la sociedad. Son cosas que tenemos marcadas a fuego en la mente", subraya.
En su caso, ya lleva ocho años colaborando con la fundación y participando en estas galas. Un trabajo "muy serio" que consigue que se "normalice el arte con diversidad funcional". La gala, a su juicio, no es más que "la punta de lanza de algo mucho más grande que hace que este trabajo tenga un sentido real".
Un "esfuerzo diario" que consigue ayudar cada día a muchas personas. Ahora confía en que todo salga bajo lo previsto y que este acto en Valladolid que esperan "con muchas ganas" salga rodado.
En definitiva, dos ejemplos de que las únicas limitaciones son las que uno mismo se pone y que no existe nada imposible para nadie, solo aquello que da miedo intentar.
Alberto (SIFU): "Es el evento inclusivo más importante de Europa"
El responsable de Impacto Social y Alianzas de la Fundación SIFU, Alberto Fernández, ha asegurado que se trata del "evento inclusivo más importante de Europa". Un escenario al que se suben más de 40 artistas con discapacidad y, además, en el caso de Valladolid con un toque especial porque estarán acompañados por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León joven.
Una iniciativa que permite que "las personas con discapacidad hagan de su talento artístico su vida laboral". Y es que existen becas para todo tipo de personas bien sean deportistas, trabajadores de un mercado laboral "normal" o artistas con discapacidad que cursan estudios en el conservatorio, escuela superior de música o que tengan una actividad musical o de danza.
"Cuando hablamos de la gala, uno de los mensajes más recurrentes es que la gala no va de discapacidad sino de supercapacidades", afirma. Y es que la música es "una de sus formas de expresarse" dado que "muchas personas no tienen otra forma de hacerlo". Una forma de "comunicación", un lenguaje que les hace "seguir viviendo", porque es ahí, con su instrumento o arte, donde se sienten "cómodos, confortables", ya que la música es "su vida".
Las entradas se pueden comprar mediante la página web. Y Fernández aclara que el dinero recaudado va para pagar la organización del mismo y para los artistas: "Es su sueldo. La mayor parte de ellos vienen de fuera. El coste de traerles es alto porque hay que pagar hoteles, desplazamiento y alimentación. Además, en muchas ocasiones, necesitan acompañante porque su discapacidad no les permite viajar solos".
Una gala que se ha realizado ya en 13 ocasiones, pero que es la primera vez que aterriza en Castilla y León. Y lo hace gracias a Cascajares. Fueron Alfonso Jiménez y Francisco Iglesias, los dueños de la empresa palentina, quienes hace año y medio acudieron al evento que tuvo lugar en Madrid. "Les emocionó tanto que decidieron que estuviera en la Comunidad y que la gente pudiera disfrutar", asegura.
Y es que es una cita muy "emocional y espectacular". Asimismo, cabe recordar que Cascajares no ha pasado por su mejor momento debido al incendio de su fábrica, pero ha logrado resurgir como el Ave Fénix. "Ellos lo ven como una forma de agradecer a la sociedad de Castilla y León toda su ayuda en ese resurgimiento", finaliza.