Jairo Zavala -más conocido como Depedro (su nombre artístico)- se ha convertido en toda una referencia en el panorama musical nacional e internacional. Nació en Madrid en 1973 y fue a sus 19 años cuando publicó el primero de sus discos. Lo que marcaría una carrera prometedora a la par que talentosa.
Y es que, además de sus canciones, hay otra cosa que siempre le acompaña y son sus particulares patillas que se pueden ver a simple vista en el rostro y con las que lleva conviviendo décadas. Un sello de identidad desde que comenzó en el panorama musical.
A sus 51 años ha publicado 'Un Lugar Perfecto', un disco más personal con unas pinceladas de su historia y que viaja por aquellos lugares en los que ha sido feliz. Un álbum que, además, lleva consigo una gran novedad puesto que es la primera vez que alguien le produce, hasta entonces había sido él mismo quien asumía ese rol. En esta ocasión ha sido el turno de Gustavo Guerrero.
Por ahora, no tiene ninguna referencia sobre cómo calará el disco en su público, pero está tranquilo porque estas melodías han logrado emocionarle y eso es lo que él siempre busca antes de lanzarlo al mercado. "Soy muy duro para elegir mi repertorio porque busco la perfección. Uno siempre da lo mejor de sí mismo", asegura en una entrevista con EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.
Pero ¿cómo se imagina el cantante y compositor ese lugar perfecto? ¿Existe o es un sueño? "Es un lugar al que no puedes llegar gráficamente pero sí de una manera emocional", responde. Pero no sólo eso, sino que también es un espacio donde se toman decisiones "con calma y en plena consciencia" y donde se "disfruta mucho del instante". En este sentido, Depedro ha hecho una pausa en la entrevista para subrayar la importancia de valorar "las cosas que tienes cerca" porque, casi con toda probabilidad, son "las más importantes".
Un lugar perfecto que tiene como encanto que cada uno lo crea en su mente, a su manera, dejándose guiar por la belleza de sus letras. Un lugar perfecto recreado con todos aquellos toques de las cosas que nos gustan y nos emocionan. Un lugar perfecto donde no se busca la perfección. Un lugar en el que "no miras a lo lejos" sino que "te detienes". Y, sobre todo, un lugar donde "está permitido caerte y levantarte". Y todas esas pinceladas de imperfección son, precisamente, lo que convierten a este sitio en perfecto. Porque ¿acaso existen los lugares perfectos? ¿Alguien sueña con la perfección absoluta o sólo une pequeñas imperfecciones para crear su perfección?
En definitiva, un lugar en el que se aprende, vive, sueña y se es "feliz". Todo ello es lo que pretende hacer llegar a sus fans y a las personas que se detengan a escuchar cada una de sus melodías. Y es que el artista aboga por "saber vivir" y disfrutar de las personas que están a tu lado. Así como por una manera de funcionar "solitaria" pero con "intensidad".
'Un lugar perfecto' es un fiel reflejo de los caminos secundarios que conviven la diferencia y lo cotidiano, que invita a ser "peregrinos de la vida y no turistas de la indiferencia". De ahí, la importancia que le da a estas carreteras secundarias: "En ellas te da tiempo a pararte en miradores, en sitios que hablan otras lenguas y tiene otra mirada. En las autopistas está todo globalizado, las mismas tiendas y las mismas referencias. Las curvas son imprescindibles para que el camino sea mucho más interesante".
Un disco muy reciente en el que se puede escuchar un poco de bachata, algún guiño a Vacazul, su banda inicial y, por supuesto, Depedro saca a sus ancestros latinoamericanos para relatar historias de los pueblos de América y África. Y es que lo que ha buscado en cada una de sus nueve canciones es apelar a las emociones. "El arte y la cultura lo que hace es dar respuesta a lo inexplicable. Cuando sufrimos una pérdida o una alegría maravillosa, de repente, al que nunca le ha gustado la poesía se pone a recitar, o escribe una canción o lee un libro. No hay mensaje, pero muchas veces las canciones se hacen para acompañar momentos", afirma.
"Vivo con la sensación de que soy un aprendiz"
Ahora, a sus 51 años, y tras más de tres décadas dedicado a la música tiene claro que en lugar de disminuir, su curiosidad "sigue creciendo" y mantiene "la misma ilusión que el primer día". Quizá esta sea la clave de su gran éxito. Depedro recuerda lo que siempre le dice un amigo suyo: "Esto recién comienza" y él no deja de vivir con la sensación de que es un "aprendiz" y está empezando. Un indicativo "muy bonito".
Uno de sus momentos favoritos es cuando salta al escenario y puede ver a la gente "cantando" y sus "reacciones". Una burbuja de la que no puedes escaparte. "Es una magia y yo hago todo lo posible para que se cree", añade. Y es que esta gira que comienza en muy pocos días tendrá una emoción especial. En los conciertos irá proyectando fotografías del momento en el que escribía o se inspiraba con las canciones.
Pese a que ya es un veterano en el panorama musical, no tiene problema es reconocer que sigue padeciendo "esos nervios y angustia" cuando se enfrenta a un nuevo álbum y gira. Aun así, sostiene que lo más importante es "disfrutar de cada paso": "Si toco para el camarero la primera, segunda o tercera canción no me importa. Siempre he tocado como si fuese la última vez que lo hacía y eso me ha reconfortado y ha hecho que crea en lo que hago".
Un momento de la industria que tilda de "excelente" donde se hacen cosas "con mucha inteligencia". Ensalza que, hoy en día, quien tenga curiosidad por una canción puede "escucharla aunque esté en la otra punta del mundo" y eso antes era "imposible".
Un concierto en la Finca de Villacreces
El cantante estará en la Finca Villacreces celebrando el Día Pruno el próximo 22 de junio como cabeza de cartel. Lo hará en un ambiente exclusivo y familiar donde el aforo es muy limitado y donde se disfrutará de un día marcado por el buen vino y la música.
Un evento que cada año atrae a decenas de personas a esta joya escondida en plena Milla de Oro de Ribera del Duero y que se ha convertido en el primer festival con estas características que sirve de antesala al verano.
En el cartel también estarán los vallisoletanos Augusta Sonorama, una de las grandes promesas del indie nacional y el madrileño Luis Brea con un concierto donde repasará sus grandes éxitos y presentará su nuevo álbum. Depedro, por su parte, se ha mostrado muy agradecido por poder estar ahí y asegura que pasarán un día "muy bonito" donde la música y el vino serán los grandes protagonistas del encuentro.