La Federación de Enseñanza de CCOO de Castilla y León ha solicitado a la Junta de Castilla y León una reducción de horas lectivas a docentes mayores de 55 años. Esta medida, ya en vigor en gran número de comunidades autónomas, se trata de una reducción contemplada en una ley orgánica, por lo que no requiere autorización del Gobierno central, únicamente depende de la “voluntad política de la Consejería de Educación de Castilla y León”, ha explicado en rueda de prensa esta mañana la secretaria general de CCOO Enseñanza de Castilla y León, Elena Calderón, que ha estado acompañada del secretario provincial de Valladolid, Pablo Redondo.
Para CCOO, esta medida supondría que 2.135 jóvenes pudieran tener trabajo para sustituir las horas eliminadas. Así, “la reducción de horas lectivas en mayores de 55 aporta beneficios a toda la comunidad educativa. Estas horas que no se emplean en la jornada lectiva se trasladan a tareas complementarias del centro minimizando la intensidad y el nivel de estrés en este colectivo”, ha explicado Calderón.
Un docente menor por cada dos mayores
La OCDE establece que, como composición óptima de las plantillas, debería haber un docente menor de 30 años por cada dos mayores de 50. En el caso de Castilla y León, la proporción es de uno por cada seis, por lo que es evidente su envejecimiento. Este dato se entresaca de un población docente pública en la Comunidad de 28.154 personas en este curso académico. En la provincia de Valladolid las cifras son aún más sangrantes. De un colectivo de 5.540 personas, el 22% con más de 55 años supone 1.218 profesores y profesoras. Por lo tanto, la ratio es de una persona docente menor de 30 años por cada doce mayores de 50, lo que supone el doble de la media autonómica.
La finalización de la jubilación LOE, que incentivaba la jubilación anticipada del personal docente mayor de 60 años, ha incidido en el aumento del profesorado que se sitúa en esta franja de edad. Por otro lado, las políticas de recortes, en las que se limitó la oferta de empleo público y se aumentó la jornada lectiva, han limitado la posibilidad de acceso a los menores de 30 años al sistema.
La reducción de horas lectivas en los docentes mayores de 55 supondría un beneficio generalizado, una creación importante de puestos de trabajo, según sus cálculos 2.135, y un incremento en la calidad educativa que recibe el alumnado de Castilla y León. Es el momento de relevar de la carga más intensa de trabajo a un colectivo que ha demostrado su valía y entrega dando una oportunidad a las nuevas generaciones que construirán el futuro de Castilla y León.