La Consejería de Educación continúa dotando a las universidades públicas de la Comunidad de una adecuada financiación para que contribuyan a la modernización de la sociedad y a la retención de talento. En este sentido, la aportación de 100.921.524 euros aprobada hoy permite cubrir los gastos globales de su actividad durante el tercer trimestre de este año, atendiendo fundamentalmente a los derivados de personal y todos aquellos conceptos en los que incurren las universidades para su correcto funcionamiento, tanto en su vertiente docente como investigadora.
De esta cantidad, 11.400.790 euros corresponden a la Universidad de Burgos (UBU), 16.895.276 a la Universidad de León (ULE), 35.751.194 a la Universidad de Salamanca (USAL) y 36.874.263 euros a la Universidad de Valladolid (UVA).
Estas aportaciones servirán para ayudar a dichas instituciones de enseñanza superior a alcanzar los tres grandes retos que tiene planteados en la actualidad: reforzar la excelencia en la formación de los estudiantes universitarios mediante una enseñanza más personalizada que permita avanzar en la mejora de su rendimiento académico, fomentar y afianzar una investigación científica de calidad y aumentar la transferencia de conocimientos desde las universidades hacia la sociedad y las empresas para contribuir al crecimiento económico y a la creación de empleo de calidad en Castilla y León.
La Consejería de Educación destinó durante el pasado año un total de 395.529.806 euros a las universidades públicas: 44.708.099 euros para la UBU; 66.253.588 euros, a la ULE; 140.045.185 euros para la USAL; y 144.522.934 euros a la UVA. Esta cantidad global supuso un incremento cercano al 2,91 % respecto a 2020, sin tener en cuenta la cuantía extra COVID concedida a las universidades, y del 7,07 % respecto a 2019.