Hacia finales de 2020 se empezaron a ver lazos y globos naranjas en las fachadas de los centros concertados de toda Castilla y León. Es entonces cuando se aprobó la reforma educativa, también conocida como la 'Ley Celaá'. Comenzó una "revuelta" entre la comunidad educativa ante una nueva legislación que modificaba el sistema tal y como lo conocíamos. Si ya hubo polémica y fuertes quejas ante la Lomce, la Lomloe no se ha quedado atrás.
No solo son los centros concertados quienes defienden el modelo actual bajo los lazos naranjas, sino que a esto se han sumado centros públicos, de educación especial, colectivos de profesores y asociaciones de padres. Cada pocos años sucede que el Gobierno decide que es hora de modificar la legislación que marcará la enseñanza de las nuevas generaciones. La Lomce se introdujo 6 años después de la LOE en 2013. Siete años más tarde, se aprobó la Lomloe (o 'Ley Celaá', en referencia a la exministra de Educación, María Isabel Celaá), una reforma que ha traído de cabeza a todos.
De hecho, la propia consejera de Educación, Rocío Lucas, manifestó a principios de junio su descontento con esta polémica ley educativa. Sin embargo, esta legislación nacida en tiempos del Covid ha seguido adelante y comenzará a implantarse el próximo curso.
La Lomloe incide en una nueva forma de educar desde cambios que se centran en los nuevos valores en educación, la inclusividad en las aulas y el cambio en el currículo de primaria en adelante. Pero frente a esto, se han instalado la incertidumbre, el descontento y la indignación.
Desde este periódico, hemos analizado cuidadosamente los cambios que se establecen en este nuevo texto, para lo que hemos contado con profesionales que viven en primera fila la situación que se vive de los centros y las aulas.
Nuevos valores en la educación
Pese a que las leyes anteriores (Loe y Lomce) ya incluían algunos de ellos, la nueva legislación incide especialmente en la igualdad de género como un concepto transversal en los centros. No sólo promueve la no segregación por sexos, es decir, todos los colegios tienen que ser mixtos, sino también dentro de los contenidos. En la asignatura que verse de valores éticos se dedicará una sección a la lucha por los derechos de las mujeres, asimismo, en otras materias como historia se incluirán en el currículo los personajes femeninos de gran importancia.
Además, se incluye la educación en contra de la violencia machista y la participación activa en materializar la igualdad. Por otra parte, se especifica el fomento de la inclusión de más alumnas en ciencias y de más alumnado masculino en las opciones con "mayor matrícula femenina".
Al respecto de esta educación en igualdad, Javier de las Heras, director del San Vicente de Paúl, un colegio concertado de la provincia zamorana, comenta que "hoy en día en cualquier cole hay igualdad de género", además, acerca de la equidad en el profesorado afirma que "supone más paridad hacia hombre, porque hay una mayoría femenina, la idea es contratar a los mejores cualificados y preparado, dejar de estereotipar profesiones". Por otra parte, Rafael Gallego, director de un instituto público leonés, el IES Antonio García Bellido, asevera que la desigualdad es un "hecho" que "existe en las aulas y en los claustros de la misma manera que existe en la sociedad".
Si bien, Cristina Asensio, presidenta del APA del colegio concertado Corazón de María en Zamora, reflexiona: "cuando tenemos que enseñar en igualdad es que algo no funciona". Para ella, es al iniciar el colegio cuando "se divide entre chicos y chicas. Brutos o princesas, tú pones las diferencias". Toma el ejemplo de los propios uniformes que diferencian entre géneros por los 'babis' azules o rosas, así como en la falda o pantalón.
Además, se inculcará el respeto por la diversidad de orientaciones e identidades sexuales, además del respeto por las minorías étnicas. A este respecto, concreta de forma específica el estudio de la cultura gitana. Se suma también el "conocimiento sobre los hechos históricos que han atentado contra los derechos humanos", ejemplificando, como ya se hacía en otras legislaciones el holocausto judío.
Asimismo, se tratará de inculcar la prevención no solo del bullying, sino también de cualquier tipo de violencia, como la sexual o en la red. En este sentido, De las Heras quiso reivindicar que "los ámbitos de actuación superan a los colegios. No tienes poder suficiente para hacer todo, pero sí a quien acudir en estos casos".
La Lomloe incluye como novedad el valor del desarrollo sostenible y los derechos de los animales, no solo en la educación dentro del aula, sino en actividades complementarias que fomenten el respeto por la biodiversidad del entorno.
Por otra parte, dentro de los currículos se incluirá la educación afectivo-sexual, "adaptada al nivel madurativo" de cada etapa, así como en los primeros cursos de infantil y primaria el trabajo en el apego seguro, la inteligencia emocional y la empatía. Esta parte de la educación si despierta controversia entre ambos directores.
El del colegio concertado afirma que se debe diferenciar entre lo afectivo que "es importante y viene desde siempre en los programas" y la parte sexual, que aún siendo parte de los contenidos "también se debe respetar el tipo de educación que desean para sus hijos". Finalmente, concluye: "no volquemos en los colegios todo, esto pertenece a las familias". Al respecto, Gallego incide en que es algo que "ha desaparecido de los centros" y plantea "¿Acaso no es interesante intervenir desde el mundo adulto en este proceso de conformación o es preferible que esa formación quede en manos de las series de televisión, los grupos de Instagram y los vídeos de TikTok?"
Por su parte, Asensio como presidenta del APA asegura que "me parece genial si se hace y de verdad se lleva a cabo, sobre todo desde chiquitines, a veces evitamos contar cosas que en el futuro se pueden evitar cosas innecesarias y que malinterpreten ciertas situaciones. Creo que se debe hacer. Son capaces de contarte cosas que indiquen de que este niño pueda estar sufriendo abusos o maltrato, y está bien que aparezca en la ley".
La nueva organización de la enseñanza
Uno de los aspectos más llamativos de esta ley es el peso del Gobierno en la decisión de los contenidos impartidos, que será del 50% en aquellas comunidades en las que hay una segunda lengua cooficial, y del 60% en las que, como en Castilla y León, no se dé esta situación.
Dentro de la propia estructura, se eliminan los ciclos de Educación Secundaria y se restablecen en la Primaria, dividiéndola en tres con dos cursos en cada uno. Además, añade la posibilidad de impartir un Bachillerato general, destinado a "aquellos alumnos que aún no hayan decidido qué modalidad o carrera quieren seguir".
En este sentido, Gallego quiso destacar que "es muy difícil" con la oferta actual, pero que "en el mundo en el que hoy vivimos no podemos seguir con la idea de que existe una formación científica y otra de humanidades". Por otra parte, también afirmó que esta opción va "existir en muy pocos institutos" y por ello, la mayoría tendrá que decidir si "son de ciencias o de letras". Por otra parte, también considera que "la Universidad debería prepararse para los alumnos" y aclara que sigue el mismo modelo de enseñanza de memorizar conceptos.
"¿Cuántas veces hemos oído a profesionales decir que cuando terminaron en la Universidad fue cuando empezaron a formarse como tales profesionales?"
Respecto a las asignaturas como tal, se borra la jerarquía anterior (troncales, de modalidad y optativas), pasando a distribuirse entre obligatorias u optativas. Entrando en los cambios significativos de los contenidos, tanto en Primaria como en Secundaria se incluirá una materia de valores éticos en las que se promueva el ejercicio activo de la ciudadanía y los valores democráticos. Asimismo, Filosofía pasa a ser obligatoria en los dos cursos de bachillerato.
Además, deroga la premisa de la anterior ley por la que "el castellano es la lengua vehicular" de la enseñanza; admitiendo la educación por medio de las lenguas cooficiales del Estado (gallego, catalán, euskera).
Por último, se buscará una atención individualizada y adaptada a cada alumno, aunque, por otra parte, no se establecen ratios máximas para el número de alumnos en clase. En este sentido, De las Heras puso en valor al profesorado: "se conocen a los alumnos, sus necesidades y se intenta adaptar el proceso de aprendizaje". Además, asegura: "no solo consiste en adaptar, adaptar y adaptar, que a veces puede ser "exigir menos" y no es lo mismo. Adaptar es acercarse a los alumnos."
Al respecto de las ratios, Gallego puso de manifiesto que "es evidente que con grupos de 30 alumnos es muy difícil esa atención por muy heterogéneos que sean los grupos y por mucho que se trabaje en ellos con metodologías activas". Un punto necesario que esta ley no se menciona.
Nuevas evaluaciones… ¿contra el fracaso escolar?
La legislación deroga las reválidas de la Lomce, eso sí, sustituyendo estos exámenes por pruebas de diagnóstico. Estas tendrán lugar en el cuarto curso de Primaria y el segundo de Secundaria. El objetivo de ellos es evaluar la "adquisición de competencias y la detección de necesidades educativas especiales".
En este sentido, la presidente del APA, Cristina Asensio considera que "es poner enunciados bonitos de que se va a hacer más. Deberían centrarse en una ley asequible para todo con menos carga a maestros y burocracia. Ya se hace, saben lo que tienen en clase y activan los protocolos oportunos, sin necesidad de hacer sentir mal a los alumnos".
Por otra parte, la evaluación deja de basarse en materias y pasa a ser por "competencias". De esta manera, ya no será un criterio para repetir curso suspender 3 asignaturas (dos, si son lengua y matemáticas). Se mantiene esta como una media extraordinaria en la que se espera que el alumno pueda promocionar, manteniendo un plan de refuerzo destinado a la adquisición de competencias en el curso siguiente.
Si bien, De las Heras asevera que "siempre ha sido una decisión extraordinaria, no algo que tomar a la ligera". Asimismo, considera que este aspecto es "nefasto", y que "va a bajar el fracaso escolar porque cambiara los estándares de lo que es o no fracaso escolar. No mejora nada a nivel general". Explica que eliminar las evaluaciones extraordinarias de septiembre bajará la motivación (en este caso negativa) que tenía parte del alumnado para aprobar las asignaturas pendientes.
"Si ya no importa suspender, ¿qué motivación tendrán los alumnos para los que la presión y riesgo de repetir sí servía?"
Cabe destacar otra medida llamativa para "evitar" el fracaso y el abandono escolar. En la ESO las modalidades dejarán de ser ciencias o letras, y se orientará hacia el mundo profesional o los estudios superiores. Por otra parte, al terminar el segundo curso se podrá determinar de forma orientativa, previa consulta con los padres o tutores legales, la derivación de un alumno a un ciclo formativo básico. Con esto se pretende que el alumno pueda aprender por medio de asignaturas "aplicados al mundo laboral" como ciencias y matemáticas aplicadas.
Gallego quiso destacar, como director en un centro en el que se imparten ciclos formativos que "la formación para el desarrollo profesional no tiene que ser necesariamente universitaria". Pero resaltó que "necesitamos una oferta que atienda realmente a las necesidades de la sociedad y que sea coherente con la realidad empresarial".
Al finalizar este ciclo, que también estará abierto para las personas que no llegaron a terminar sus estudios, se concederá el título de Educación Secundaria Obligatoria junto con el de técnico de grado básico de la especialidad elegida. Asimismo, con el título de ciclo formativo medio se facilitará también el de Bachillerato.
Alumnos con necesidades especiales
Para este tipo de alumnado, entre el que se incluye a menores con diversidad funcional, neurodivergentes, personas en el espectro autista, altas capacidades y otros tantos, se destinan las pruebas de detección precoz. También se sustituye el concepto de 'integración' por el de 'inclusión', a fin de que las clases tengan una proporción equilibrada de alumnos con necesidades específicas.
Bellido recuerda la LOGSE y como "entre el profesorado era común escuchar afirmaciones del tipo: "yo sé de Matemáticas, pero no sé atender a este alumnado"". En este sentido, reflexiona sobre la necesidad de formación del profesorado, pero que la atención a este alumnado depende de la respuesta a si "queremos una sociedad en las que las personas que tienen otras capacidades vivan separadas de las demás o queremos que todas las personas estén incluidas". No por ello, asegura que es "difícil" lograr este equilibrio pero que será "beneficioso" también para los alumnos que no tienen estas necesidades.
Por otra parte, Asensio muestra una visión más negativa: "a esos alumnos se los saca de clase, la idea es que no tengan que salir, pero necesitan más profesorado y más recursos" y critica que "esas utopías y clases maravillosas" se pueden conseguir con muchas adaptaciones "pero hay que llevarlo a cabo y en un aula de 25 niños es muy difícil".
Por esta parte, las administraciones podrán elaborar programas con otras entidades para atender correctamente a este sector. El objetivo primordial de ese aspecto es que en 10 años los centros ordinarios cuenten con los recursos apropiados para estos casos. Por este motivo, se seguirá apoyando a los centros de educación especial como apoyo y referencia a los ordinarios, así como atender a aquellos alumnos con necesidades muy específicas y de mayor envergadura.
Equidad frente a situaciones de vulnerabilidad socioeconómica
Entendiendo la educación como un derecho universal, se busca potenciar y proporcionar recursos a los centros del medio rural, con hincapié en las enseñanzas posobligatorias, como los ciclos formativos, cuya oferta debe considerar las necesidades del entorno. Asimismo, destacan la regulación para evitar los guetos en los centros educativos, por medio del reparto proporcional de estos alumnos que parten con este tipo de desigualdad.
Por su parte, Gallego asevera que "el hecho es que hay una tendencia, desde las familias de alguno o algunos de los colegios adscritos al instituto, a buscar otros centros en la ciudad en los que no se dé esta situación. ¿Va a vencer esta dinámica la nueva legislación? No lo creo".
Con el objetivo de paliar esta realidad, la Lomloe establece que las actividades complementarias y los servicios escolares no supondrán una barrera socioeconómica. Además, establecen por ley que los libros y otros materiales educativos puedan proporcionarse de forma gratuita por medio de becas u otros programas de préstamo como 'Releo'.
Sin embargo, el hecho de que aún se estén mediando los recursos a emplear está complicando la información proporcionada a los padres, que en septiembre gastan una buena parte de su salario en estos materiales. "La cosa es que, al cambiar de libros, no todo el mundo podrá comprarlos, especialmente porque en el programa Releo o banco de libros que no hay", comenta Asensio al respecto.
Ella, como madre, asegura que entre sus dos hijos puede gastarse unos 700 euros solo en los libros, sumando otros 200 en otros materiales. "Los cambios de ley no piensan en el dinero que se gastan las familias ni en las virguerías que se hacen para poder pagar y llegar a fin de mes".
Lo concertado vs lo público
Este aspecto de la ley dio lugar a la polémica de la 'Ley Celaá' en los colegios concertados, que se manifestaron por medio de los lazos naranjas en los centros para defender su situación. Con esta nueva ley se eliminan los concursos públicos para la gestión y construcción en suelo público de instituciones concertadas. Además, este documento establece la cooperación entre municipios y administraciones para obtener los solares destinados a nuevos centros públicos.
Por medio de esta ley se pretende impulsar la educación pública sobre la concertada y la privada, unificando asimismo los criterios de admisión y el reparto equitativo de alumnos en situaciones vulnerables, así como con necesidades específicas.
Al respecto, Gallego, director de un instituto público afirma que "la educación pública es una educación de calidad y debe serlo cada vez más. Las personas que opten por otro tipo de educación no deben tener una educación "mejor" sino, en todo caso, ajustada a una forma particular y concreta de entender el mundo. Pero eso es aislarse, eso es generar diferencia, es generar burbujas y yo creo que nos perdemos mucho del mundo cuando nos aislamos".
Si bien, De las Heras, que dirige un centro concertado, manifestó su descontento con esta ley, explicando que "reduce la capacidad de decisión de los padres con respecto a la educación de sus hijos" y asevera que no es tanto "una cuestión de plazas públicas o privadas".
Gestión de los centros
En relación con esto, el director verá disminuidas sus competencias que se traspasarán al Consejo Escolar. De esta forma, la decisión sobre la admisión, las medidas educativas en pro de los derechos de la infancia y fijar las directrices para la colaboración con otras entidades.
Asimismo, el director podrá presentarse como candidato sin el curso acreditativo de la función directiva proporcionado por la Administración educativa pertinente. Si bien, esto será requisito indispensable para el nombramiento. Por otra parte, la Administración regulará los "los protocolos ante indicios de acoso escolar, ciberacoso, acoso sexual o violencia de género".
Cabe destacar que los docentes que no estén en condiciones de ejercer tras una evaluación de inspección y ser apartado a tareas en las que no exista atención directa con el alumnado.
Otras cuestiones
En el caso de la religión, se establece que se podrá impartir de forma aconfesional por parte del personal docente, así como de forma confesional en centros públicos, siempre y cuando se realice a través del contrato laboral. Además, añade que en el plazo de dos años se realizará un incremento mínimo del gasto público en educación de por lo menos el 5% de PIB. Por último, cabe destacar que el cuerpo de profesores técnicos de Formación Profesional será uno a extinguir, ya que este personal docente se unirá al profesorado de educación secundaria tras pasar los procesos decididos por el Gobierno.
De las Heras asevera que es una legislación que tiene "aspectos positivos y negativos, pero vuelve a ser una ley no pactada, lo que lleva a que parte de los políticos no esté de acuerdo". Asegura que se trata de un "intento de mayor control estatal sobre familias y centros" y que se trata de una ley "muy ambigua y que deja mucho a la interpretación"
Sin embargo, Gallego afirma que la Lomloe "significará un avance para la educación en la medida en que contribuya a modificar la idea de que lo que ocurre en las aulas es un proceso de enseñanza por un lado y un proceso de aprendizaje que va por otro". Por otra parte, asegura que "no sirve de nada modificar las leyes si no se modifica la realidad de lo que ocurre en las aulas" e incide en que si "las administraciones atendiesen las necesidades reales de los centros" sería una "reforma interesante”.
Asensio, como presidenta del APA y madre, asegura que "han puesto más bonitos los enunciados y mis expectativas no son muy positivas como con la anterior. Creo que se dedican a cambiar la ley para decir que han hecho algo. Ojalá me equivoque, pero no la veo muy clara. No veo nada significativo ni novedoso. Modificar una ley no es solo modificarla, sino que los que se encargan deberían estar preparados, pero no lo están”.