La Junta de Castilla y León ha puesto a disposición de los centros escolares las últimas tecnologías para mejorar el trabajo colaborativo y la productividad en las aulas. Todo ello encaminado a formar a los alumnos acorde a las actuales demandas del mercado laboral, que requieren cada vez más pensamiento computacional y obliga a introducir a edades cada vez más tempranas las nuevas tecnologías en la educación. Así, la Consejería de Educación trata no solo de que los jóvenes sean buenos usuarios de tecnología, son convertirlos en agentes creativos del universo digital.
Para ello, Educación apuesta por la plataforma digital educativa de Microsoft para mejorar la formación y estimular el talento digital de los más jóvenes. Uno de los últimos ejemplos es la utilización de una versión educativa del popular videojuego Minecraft en las aulas durante el curso 2021-2022. Con la colaboración de Possible Lab, ha puesto en marcha un proyecto de formación digital docente sobre la metodología de Aprendizaje Basado en el Juego (ABJ) con Minecraft. Una iniciativa que partió el Colegio Rural Agrupado (CRA) ‘Retama’ de Segovia.
La experiencia es sencilla y apasionante: consiste en el desarrollo de un videojuego para que los estudiantes tengan la oportunidad de conocer mejor su comunidad autónoma. Para ello se han formado a 200 docentes.
De igual forma, la Junta de Castilla y León ha incorporado herramientas de accesibilidad para crear aulas y experiencias que permiten el aprendizaje a niños con distintas capacidades.
Construir el acueducto de Segovia para llevar agua al poblado
La experiencia con Minecraft genera una competición llena de retos prácticos y lógicos para los alumnos, que tendrán que solucionar problemas y adquirir nuevos conocimientos con los que ayudar a los habitantes del lugar para devolver los monumentos o sitios a su origen. Como ejemplo: terminar de erigir el acueducto de Segovia para así conseguir llevar agua al poblado.
Por ejemplo, los jugadores deberán concluir el acueducto de Segovia para llevar agua al poblado. En cada uno de estos lugares los estudiantes trabajan distintas competencias, como el pensamiento computacional, en el caso de la Plaza de Salamanca, pensamiento crítico y resolución de problemas. Como colofón, los alumnos tienen la oportunidad de aprender a programa a través de un sistema sencillo de programación por bloques, de forma que, para llegar a la Catedral de Burgos, tendrán antes que recorrer un enorme laberinto y construir una superproducción colaborando con el medioambiente.