Profesores hay muchos. Sin embargo, no todos consiguen convertirse en referentes de la educación, ya no solo en España, sino también a nivel internacional. Uno de los pocos que lo ha logrado es Manu Velasco, un profesor de primaria natural del municipio leonés de Toreno, que lleva casi dos décadas ejerciendo como tal y compaginando su trabajo en las aulas del Colegio Santa Teresa de la capital con sus blogs, 'Ayuda para maestros' y ‘El blog de Manu Velasco.com', entre otros. 

Se tratan de plataformas creadas por él mismo con diferentes fines. Tanto es así, que mientras la primera está dedicada a recursos, noticias e ideas educativas para alumnos de todas las edades, la segunda está concebida para compartir reflexiones personales relacionadas con la educación. 

De primeras, puede que resulte más atractivo el más subjetivo, pero en cuanto a utilidad nada como 'Ayuda para maestros'. Así parecen entenderlo los miles de seguidores que dan vida cada día al blog de Manu y también la Asociación de Usuarios de Internet, pues esta acaba de concederle el Premio de la categoría Marca Personal y Creadores de Contenido de Ciencia y Tecnología, ya no solo por su magnífica labor, sino también por todo el éxito cosechado en los últimos años. 

No obstante, este no es el único logro que se le puede atribuir al leonés, ya que también es poseedor de un sinfín de reconocimientos importantes, como el Segundo Premio Educa al Mejor Profesor de España o el Premio Magisterio. 

Además, a lo largo de su trayectoria profesional ha llegado a escribir cuatro libros, el último con prólogo de Irene Villa, y a impartir múltiples conferencias y formaciones en congresos nacionales e internacionales de gran relevancia. 

De todo esto y mucho más ha querido hablar el profesor en una entrevista exclusiva con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León en la que incluso se ha atrevido a compartir su visión de la educación y su opinión de la situación que esta atraviesa actualmente, así como a enumerar las medidas que él considera que debería incluir una ley educativa óptima y las cualidades que debería reunir un buen profesor. El berciano se desnuda, ofreciendo su versión más sincera y reivindicativa:  

El profesor Manu Velasco en una conferencia

P. Manuel, aunque lleva muchos años ejerciendo como maestro, lo que realmente le ha hecho darse a conocer es su blog ‘Ayuda para maestros’, ¿en qué consiste este proyecto?

R. Cuando empecé a trabajar utilizaba muchos recursos día a día y generaba material, pero como cuando lo quería localizar me costaba mucho, decidí crear el blog en el año 2005. Al principio lo creé como una especie de bitácora para organizar los recursos, las noticias y las ideas que iba encontrando para tenerlas ordenadas para mí, pero poco a poco lo fui compartiendo con más docentes.

Ahora mismo yo lo sigo utilizando con ese mismo fin con el que nació, pero sí que es verdad que tiene muchísimas visitas y que facilita mucho el trabajo a docentes de España, de Latinoamérica y de todo el mundo, y de familias. Muchas llegaron al blog en la época de la pandemia y ahí se han quedado.

P. ¿Qué cree que es lo que ha hecho que el blog se haya vuelto tan viral?

R. La constancia en la publicación, porque se publica durante todo el año un post al día, y que todos los artículos tienen los pies en la tierra. Yo no publico nada que no haya probado y que no haya llevado al aula, ni en lo que crea. Todos los recursos que comparto o todo el material que yo creo lo pongo a libre disposición sin que tengan que hacer absolutamente nada, eso es útil y sirve. Además, se puede utilizar tal cual o puede servir como guía y referencia, motivar, inspirar. Está conectado con el aula y el día a día de los docentes.

Luego este blog se complementa con otro que tengo de reflexión educativa que se llama ‘El blog de Manu Velasco.com’, donde cuento como veo yo la educación, mi forma de educar, reflexiono más sobre el proceso educativo, sobre las formas de enseñar, la necesidad de un cambio en la educación, mejorar las formas de evaluar… Es de reflexión educativa, todo lo que vivo en el aula me genera una reflexión interna que vuelco ahí con pequeños posts.

P. Acaba de recibir el Premio Internet en la categoría Marca Personal y Creadores de Contenido de Ciencia y Tecnología, precisamente, por el éxito de su blog. No sé si llega un momento en el que el ver que este alcanza cada vez más éxitos le ha hecho replantearse el dejar de ejercer como profesor para centrarse en su faceta de bloguero. 

R. No, nunca. Los blogs que tengo son complementos que yo utilizo en el día a día, y como mantienen la finalidad con la que nacieron, tienen un complemento que a mí me nutre y no veo nada más que eso, un complemento que me acompaña y que me viene muy bien. No dejaría mi profesión por dedicarme a ser bloguero o creador de contenido porque además es una cosa que me gusta, pero que no me llena ni me satisface, o al menos no tanto como estar en un aula. A mí lo que realmente me llena es el día a día con mis alumnos en el aula, es lo que realmente me hace feliz.

P. ¿Le han surgido muchos proyectos a raíz que ‘Ayuda para maestros’ empezara a ser más conocido?

R. Sí, muchos. Proyectos de todo tipo, de formación, de trabajos más tecnológicos… Sí que me han surgido bastantes propuestas, pero muchas las he declinado porque realmente lo que me llena es ser docente y el día a día con mi colegio, mis alumnos y mis compañeros.

P. Además, en 2017 se le concedió el Segundo Premio Educa al Mejor Profesor de España, ¿cómo lo recibió?

R. Sí, tengo ese, en el 2018 tengo el Premio Magisterio y tengo alguno más, pero a mí lo de los premios me da un poco de reparo a mí, pero tengo varios.

P. También acaba de publicar su cuarto libro, ‘Sé lluvia, un libro para florecer’, un manual con prólogo de Irene Villa. ¿Qué significa esto para usted?

R. Sí, lo ha escrito ella, que es una buena amiga. La conocí hace muchos años en un congreso en el que participamos juntos y me lo hizo ella porque para este libro era la persona ideal. Es un orgullo.

P. ¿Cuándo descubrió que la educación era su vocación?

R. Cuando era pequeñito, en mi pueblo, ya veía a los profesores como un referente para mí. Desde muy pequeño ya empecé a formarme como monitor de ocio y tiempo libre, monitor de fútbol sala… y siempre me gustó estar en contacto con los niños más pequeños para enseñarles lo que fuera en ese momento. Yo creo que desde ahí, con 12 o 13 años. No te voy a decir que tenía vocación, pero sí que era algo que me atraía y me gustaba. Entonces cuando cumplí 17 o 18 años, sí que tenía claro que quería dedicarme a ser docente, simplemente porque era algo que me apasionaba. Estudié la carrera y ya empecé a trabajar, hace ya 19 años. Sí que he tenido algún año que he cogido excedencia y ahí he seguido, pero he estado trabajando de forma paralela como formador y conferenciante en diferentes congresos nacionales e internacionales, he escrito cuatro libros y también he formado parte de diferentes grupos de innovación y áreas pedagógicas.

P. ¿Cómo se definiría como profesor?

R. Tengo el eslogan de ‘maestro con los pies en la tierra y la cabeza en las estrellas’. Con los pies en la tierra me refiero a que intento conocer muy bien los intereses de mis alumnos, de dónde vienen y a dónde van, porque me parece fundamental tener en cuenta su contexto, hacerles ver que son valorados, queridos por mí y que les considero, que los veo y que los escucho. Y con la cabeza en las estrellas porque vivir en el mundo de los niños a mí me salva en muchas ocasiones del mundo adulto. Soñar, crear y encontrar soluciones a problemas que parecía que no tenían solución. Me parece muy importante combinar eso.

P. ¿Qué metas u objetivos se marca actualmente a nivel profesional?

R. Mi meta es simplemente estar día a día en el aula con mis alumnos, disfrutar e intentar buscar por todos los medios las mejores estrategias para que ellos aprendan. Porque aprender debe ser sinónimo de aprobar y aprobar debe ser sinónimo de aprender y esto parece una tontería, pero si lo piensas con detenimiento no lo es. Ese es mi objetivo, que ninguno de mis alumnos se quede atrás y que lleguen hasta donde puedan llegar.

P. ¿Consigue motivarles a todos?

R. No, no siempre se puede. Hay alumnos a los que sí se les puede motivar, pero hay otros que son más difíciles y es muy complicado. El que diga que lo hace no sé si será cierto. Puedes tener alguna clase que todos funcionen muy bien y que todo sea más o menos ‘perfecto’, que nunca lo es, pero motivar a todos los alumnos en toda tu etapa educativa es imposible. Hay momentazos educativos que todos los vamos a tener, pero también tenemos muchos momentos de fracasos que no conseguimos llegar a un determinado alumno, que no conseguimos que aprenda todo lo que podría aprender, y eso también forma parte de nuestro aprendizaje. Lo único que nos queda es intentar hacer todo lo que esté en nuestras manos para hacerlo lo mejor posible, pero claro, yo no consigo siempre todo lo que quisiera conseguir.

P. En su caso, ¿cómo se repone de esos ‘fracasos’?

R. Sabiendo que he dado lo mejor de mí y todo lo que tenía dentro. Si me he encontrado con algún alumno que no aprende, no dejándolo sin más, sino intentando hacer todo lo posible para que aprenda y para motivarlo. Y si después de volcarme y derramarme entero todo lo que he podido, no lo consigo, pues bueno, no hay mejor almohada que la conciencia tranquila, aunque la conciencia la tienes tranquila, pero el pesar lo sigues teniendo.

P. ¿Cómo ve usted la educación?

R. Yo creo que educar es algo más emocional que curricular, creo que tenemos que centrarnos en la persona para luego poder desarrollar en él todo lo que consideremos apropiados. Creo que la educación es el mayor tesoro que tiene cualquier país y que lo debemos cuidar, tanto a nivel político como a nivel social, es fundamental.

P. ¿En qué momento considera que está actualmente el sector?

R. Estamos en un momento complicado, es verdad que en España no existen leyes educativas, más bien existen venganzas electorales y estamos sometidos a un baile constante de leyes. Y creo que la educación es algo tan importante que no puede estar solo en manos de políticos. Los políticos pueden hacer algo por la educación, pero creo que los que están detrás de la redacción de las futuras leyes educativas deberían conocer bien el aula y haberla pisado. En la redacción de las leyes tienen que estar presentes los mayores precursores de la educación, que son docentes, familias y alumnos.

P. ¿Qué medidas tomaría usted?

R. Hay que tomar medidas como la reducción de ratios, el aumento del profesorado y bueno, hace tiempo yo propuse el nombre de una ley educativa hablando con algún consejero que se llamaba Loerece (Ley Orgánica de Educación que Realmente Escuche a la Comunidad Educativa). Lo decía en plan broma, pero nadie me hizo caso ni en el nombre ni en el fondo.

Para mí el tema de las ratios, el papel de las familias y el bienestar de los docentes me parece fundamental. Hay muchas más medidas que tomaría, pero estas serían las más destacadas. También mejorar las infraestructuras y la inversión, que también es muy necesaria.

Me gusta imaginarme el sistema educativo como un bufé libre donde cocinamos para nuestro alumnado lo que necesita en cada momento, cuidando, por su puesto, que su dieta sea sana, equilibrada y variada. Pero no creo que nuestro sistema educativo sea un bufé libre, y no porque los docentes lo hagamos mal, sino porque se suman factores como la inadecuada ratio, la inapropiada inversión, la inaudita falta de docentes, las insuficientes infraestructuras y el invisible e insignificante apoyo de la administración, que impiden que así sea. 

P. ¿Qué cualidades considera que debería tener un buen maestro?

R. Siempre lo digo, convertirse en un experto en leer miradas, me parece fundamental. Cuanto menos habla un niño más hay que escucharle y yo creo que es necesario que aprendamos a leer esas miradas. Las cosas verdaderamente importantes de la vida se deben hacer mirando a los ojos y a mi no se me ocurre un verbo más importante que el verbo educar, porque al final educamos todos, y no solo los docentes, también las familias, los amigos, todos estamos educando de una manera o de otra, entonces hay que mirar a los ojos de nuestros alumnos, escucharlos, es fundamental.

Con esto no estoy quitando valor al tema de los conocimientos, que se oye mucho por redes que es necesario que los alumnos aprendan, que todo está en Internet a golpe de clic y bueno, yo no estoy de acuerdo. No podemos entrar en esas dicotomías porque no son verdad. El conocimiento es muy importante, es fundamental y si algo está claro es que sin conocimiento no hay competencia ni espíritu crítico. Pero por eso no deja de ser importante la persona, entonces hay que dar también la importancia que se merece al ser, igual que hay que dársela al saber.

Por tanto, un buen maestro debe comprender a sus alumnos tal y como son, sin interponerles un ideal; enseñarles a liberarse sin invadir su campo; animarles a disfrutar buceando en el conocimiento hasta que salgan asombrados de todo lo descubierto; ayudarles a aprender a ser lo que son capaces de ser; y haciéndoles sentir valorados, apreciados, escuchados, vistos y tenidos en cuenta. 

P. ¿Están suficientemente valorados los profesores?

R. Creo que podrían estar más valorados a nivel social. Es importante que se cuide la figura de los docentes y tienen que estar respaldados desde el Ministerio, tener detrás la protección de nuestra figura. A nivel personal, yo me siento muy valorado por mi familia, por mis compañeros, por mi colegio, por todo lo que me rodea, pero como país yo creo que hace falta una mayor valoración y un mayor cuidado a todos los niveles.

Quiero que quede claro que no me refiero a que a mí me valoran y a los demás no, sino que muchos docentes nos sentimos valorados a nivel personal porque el día a día así te lo transmite, pero luego a nivel general te sientes con una excesiva carga de burocracia que no va a ningún lado, sientes que vas navegando en un barco que no sabes hacia dónde va porque lo mismo cambia una ley, que vuelve otra, entonces en ese sentido te sientes más bien perdido que valorado, pero luego cada docente cada día en su aula sí. Estoy convencido de que millones de docentes en sus aulas se sienten muy valorados y muy queridos. Al final es el docente el que salva día a día el sistema educativo desde el aula y lo tengo muy claro.

P. ¿Se podría decir que para usted ser maestro es un sueño cumplido?

R. Totalmente, ser maestro y poder llevar tantos años disfrutando día a día de esta profesión.