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Deportes

Una plaza infranqueable

7 diciembre, 2017 20:50

El Atlético Valladolid tiene un tesoro. Una maravilla de la que pocos equipos pueden presumir. Un intangible de esos que no aparecen en las estadísticas, ni en los ránkings, pero que hace ganar partidos. O mejor dicho, que impide perderlos. La magia de Huerta del Rey continúa un año más como factor diferencial del conjunto dirigido por Nacho González, y vuelve a acompañar a los gladiadores azules en su travesía por la Liga ASOBAL.

Pasan trece jornadas del campeonato liguero de balonmano, o lo que es lo mismo, tan solo restan dos choques más para llegar al ecuador, por lo que hay mimbres suficientes para hacer balance y sacar conclusiones de este primer tramo de competición. Quedándonos en el escenario que nos atañe, el ilustre polideportivo de Huerta del Rey; el Atlético Valladolid no conoce la derrota jugando en él. Una circunstancia de la que solo pueden presumir dos equipos más, el BM Ciudad Encantada y el todopoderoso FC Barcelona. Un detalle que demuestra el poderío vallisoletano en casa.

Intratables

En los seis encuentros que ha acogido Huerta del Rey durante esta campaña, ha habido absolutamente de todo. Desde el empate inicial ante el Benidorm, que pudo decantarse a favor de cualquiera; hasta las victorias por la mínima frente a Morrazo e Irún, sin olvidarse de los triunfos cómodos contra Puerto Sagunto y Zamora. Pero, sin duda, el partido que demostró esa magia que tiene el pabellón vallisoletano fue el choque ante Anaitasuna.

Corría la décima jornada y los navarros habían vencido en todas sus salidas. De hecho, solo acumulaban una derrota en su casillero, precisamente en la semana anterior a visitar Huerta. Rápidamente se pusieron por delante en el primer tiempo, y ahí fue cuando todos pusieron de su parte para revertir la situación. Desde el banquillo, Nacho Gónzalez retocó su portería y su defensa; desde la cancha, los gladiadores azules se exprimieron a ambos lados del campo; y desde la grada, la afición apretó como lo hace en las grandes ocasiones. Y al final, los dos puntos se quedaron en casa.

Esto demuestra el estado, ya no solo físico y deportivo, sino mental, que tiene el Atlético Valladolid cuando actúa como local. Cinco victorias consecutivas que aspira a aumentar el próximo sábado contra Puente Genil, para lograr finalizar la primera vuelta sin derrotas en casa. Algo, que como se ha subrayado, muy pocos pueden conseguir en esta igualada Liga ASOBAL.

Endebles a domicilio

Sin embargo, no todo son noticias dulces para el Atlético Valladolid, pues de alguna forma habría que explicar esa novena plaza en la tabla, y no una más acercada al liderato. Con siete choques disputados a domicilio, los chicos de Nacho González tan solo se han llevado un resultado positivo de vuelta a orillas del Pisuerga. Fue en la tercera jornada, en casa del Granollers, en lo que fue el primer triunfo del curso. Desde entonces, cinco derrotas seguidas, que sumada con la inicial, hacen un total de seis, para ser uno de los peores equipos lejos de su pabellón de la liga.

Un hecho que contrasta con la imbatibilidad como local, y que continúa con la tónica del pasado curso, cuando el Atlético Valladolid solo fue capaz de vencer dos encuentros a domicilio. Con algo más de la mitad de la temporada liguera por delante, los pucelanos aún están a tiempo de reconducir esa situación, que sumada con la magia de Huerta, quién sabe hasta dónde podría llevar a los irreductibles gladiadores azules de Valladolid.