Un punto milagroso

En una semana que empezó con la bomba de una Superliga que parece que le va a explotar en las manos a Florentino Pérez, tras las duras palabras de FIFA y UEFA y la espantada de los clubes ingleses, le tocaba al Real Valladolid jugarse el todo o nada en el Martínez Valero en un auténtico choque a vida o muerte.

Los de Sergio González llegaban al duelo en tierras ilicitanas tras no haber disputado partido el domingo y con la resaca lejana ya de los tres puntos que se escaparon el pasado 11 de abril en Zorrilla, en ese choque aciago ya ante el Granada que terminó 1-2 después de que Orellana adelantara a los blanquivioletas.

El partido comenzó tímido sabedores los dos equipos lo que había en juego y no sería hasta el minuto 10 cuando llegaría la primera gran opción para el conjunto local después de un grave error pucelano que acabó con Bruno y Joaquín en el suelo tras un choque entre ellos y Masip enviando a córner el disparo de Pere Milla. Todo ello tras un saque de banda mal defendido.

El primer aviso de un Elche que en el minuto 21 iba a aprovechar la debilidad defensiva que acompaña a los de Sergio a lo largo de toda la temporada para poner el 1-0 tras un gran pase de Pere Milla a la espalda de Janko que llegó a Fidel, el jugador de más calidad de los de Escribá, para, tras recorte y de disparo cruzado batir a Masip.

Tortazo en la cara para un Pucela que estaba siendo inferior a su rival. Despistes atrás y escasa producción atacante. Solo Kodro, en el 30 y a bocajarro, tuvo la igualada. Pero ni la suerte ni los méritos volvían a estar de lado de los pucelanos.

Con el 1-0 y malas sensaciones se llegó al descanso.

Tras la reanudación, los de Sergio González lo intentaban aunque con pocas ocasiones. El entrenador pucelano dio entrada en el 62 a Marcos André, Jota y Míchel, y el equipo mejoró aunque al Elche se le veía a gusto defendiendo con la opción del contragolpe. Solo en el 75 un disparo de Míchel inquietó ligeramente a Gazzaniga.

Sin embargo iba a ser en el 85 cuando Olaza iba a establecer la igualada, dando al Pucela un punto milagroso por los méritos que hizo para lograrlo en otro partido sonrojante de los vallisoletanos. Y podían haber sido tres si el cabezazo de Marcos André ve portería en la última jugada del choque.

1-1 final y el Real Valladolid que suma 28 puntos, se mantiene fuera del descenso pero que tendrá que sudar mucho aún en las 7 finales que restan, la primera el sábado en Zorrilla y ante el Cádiz, si quiere mantener la categoría.