El segoviano David Llorente se despide de los JJOO de Tokio: "La experiencia es muy bonita, pero me voy un poco triste"
El palista español David Llorente ha reconocido que se marcha "un poco triste" de los Juegos Olímpicos de Tokio, donde ha finalizado último en la final de K-1, pero también satisfecho por vivir "una experiencia muy bonita" y con ganas de "intentar llegar más alto" en París 2024.
"Estaba contento de estar en la final. pero cuando me he visto esa penalización de 50 me he venido un poco abajo. Sé que tengo que estar contento, pero ha sido una sanción que no esperaba. Sentía una presión buena para la final. Me llevo la experiencia de haber estado aquí, que es muy bonita, pero estoy un poco triste", valoró Llorente en declaraciones facilitadas por la Real Federación Española de Piragüismo.
El segoviano recordó lo mal que lo pasó antes de llegar a estos Juegos. "Hace cuatro meses estaba en una camilla de hospital con los dos brazos con antibióticos aquejado de una meningitis que no sabíamos muy bien de dónde procedía y cómo me iba a quedar después, con miedo de que el cerebro también estuviese afectado. Fueron dos semanas sin poder moverme de la cama, fueron momentos en los que no pensaba en Juegos ni en nada, solo en que mi cerebro estuviera bien y luego pudiera hacer vida normal", rememoró sobre una enfermedad que finalmente logró superar sin secuelas.
Pensando ya en el futuro, recordó que "París está a tres años y no a cuatro". "Así que ahora a empezar de cero, intentar volver a clasificarme y seguir. Este deporte da palos, no pasa nada. Es momento de volver a impulsarse e intentar llegar más alto", se animó.