Hay partidos que duran un mundo y otros que se definen en cinco minutos. La derrota del Caja Rural Aula Valladolid ante el Balonmano Granollers se sitúa entre los últimos (36-27). Las vallisoletanas recibieron un parcial de 8-3 en los primeros diez minutos que selló el lacre del partido. Las locales supieron apretar los puntos débiles de las vallisoletanas, que se encontraron demasiado rápido por detrás en el marcador.
Empezó muy espeso el equipo vallisoletano, con problemas para que funcionara su ataque estático. Además, el 6:0 no frenaba a la primera línea del Balonmano Granollers, que se sentía muy cómodo en la pista. Carmen Prelchi y Giulia Guarieiro eran un verdadero problema para las blanquizales y obligaron a Miguel Ángel Peñas a pedir un tiempo muerto antes de que llegara el minuto 10 para tratar de cambiar la tendencia en la pista (7-3, min.7).
No sirvió el tiempo muerto para paliar los problemas en ataque de las vallisoletanas, que sufrían muchísimo en cada ataque y que no conseguían, además, frenar el caudal ofensivos del Granollers, que encontraba una y otra vez el hueco en la defensa vallisoletana. El encuentro se le había puesto muy cuesta arriba al Caja Rural Aula (11-6, min.15), que no conseguía meterse en el partido ni siquiera en superioridad por la exclusión de Paula Milagros. Esos cinco goles de ventaja que habían logrado tan pronto las locales pesaban como una losa sobre las cabezas de las vallisoletanas.
Lo intentó Miguel Ángel Peñas con Rafi en el centro de la defensa y con Danila So Delgado en ataque, tratando de dar más dinamismo al juego de su equipo. Incluso cambió la portería con la entrada de Lulu Guerra. Pero sin fortuna. A falta de cinco minutos para el final, la diferencia había aumentado hasta los siete goles (17-10, min.25). Al descanso, el Balonmano Granollers había marcado 20 goles y se marchaba con una ventaja de ocho. Una losa demasiado pesada de levantar.
Poco cambiaron las cosas con el paso por el vestuario. Las vallisoletanas encontraron más resquicios para correr, pero el ataque rival seguía machacando la defensa blanquiazul, que no conseguía frenar la conexión con la pivote ni la primera línea rival. Los minutos pasaron con la ventaja local siempre moviéndose entre los siete y los diez goles, ya que las vallisoletanas no tuvieron ninguna oportunidad para tratar de acercarse en el marcador. Al final, la victoria se quedó en Granollers.
Ahora, las vallisoletanas tienen que recuperar las buenas sensaciones que ofrecieron casi todo el encuentro ante el Balonmano Elche. Lo necesitarán para enfrentarse al Balonmano Zuazo y terminar con buen sabor de boca esta temporada en la Liga Guerreras Iberdrola.