Los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 marcaron un antes y un después para el deporte español, y también para el de Castilla y León. Un botín total de 22 medallas, 13 de oro, 7 de plata y 2 bronces y alguna con sabor a castellano y leonés. Mejor no se puede hacer. Fueron los primeros Juegos donde España perdió el miedo a enfrentarse a otras potencias europeas y del mundo. Se quitó el lastre y rompió el medallero. 30 años después, recordamos cuando el deporte de Castilla y León rozó el cielo en el olimpo de los dioses con el siempre criticado Cobi como testigo.
Una de las medallas de oro más simbólicas de la historia del olimpismo español, la del 1.500, fue obtenida por el soriano Fermín Cacho y festejada por todo un país que le empujaba en los últimos 100 metros de la prueba, cuando ya alzaba los brazos hacia la eternidad de los dioses del monte Olimpo. Su mirada hacia atrás forma ya parte de la historia de los Juegos. Contra todo pronóstico venció a los atletas africanos. Cacho tomó la mejor decisión de su vida y se coló por un pasillo que le abrió el keniata Chesire por el interior de la pista. El resto ya se sabe. Un soriano bañado en oro, fruto del esfuerzo y la constancia.
Política y casada con su rival
El otro oro también tuvo su relevancia en la historia. La vallisoletana Miriam Blasco Soto (12 de diciembre de 1963) fue la primera deportista española en conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos de Verano y la primera en ser campeona olímpica. El 31 de julio de 1992 está escrito en oro en las letras del deporte nacional. La judoca se convirtió en la pionera al lograr una medalla de oro en unos Juegos abriendo la puerta del medallero femenino español. La vallisoletana, que actualmente reside en Alicante donde cuenta con una gran avenida, (también tiene un polideportivo en la ciudad del Pisuerga), dedicó el oro en los Juegos a su entrenador, Sergio Cardell, fallecido poco antes de la cita en un accidente de moto. El destino quiso que los dos tuvieran calles muy cercanas en Alicante.
Pasó de ser un rostro desconocido a ser imagen de Cola Cao, aparecer en la televisión y convertirse en una pregunta típica del Trivial. Después se enroló en las filas del Partido Popular. Como curiosidad, en julio de 2017 explicó en un reportaje en Televisión Española que desde 2015 estaba casada con su rival en la final de Barcelona 92, la británica Nicola Fairbrother, con quien llevaba 22 años de relación como pareja.
Otros nombres en Barcelona
Ellos dos recibieron su premio en oro, pero en la cita de Barcelona, con los mejores, estuvieron otros atletas castellanos y leoneses. Por ejemplo el vallisoletano Narciso Suárez en piragüismo, Paloma Arranz y Blanca Martínez en balonmano, y Julia Merino en atletismo, Belén Sánchez, de Zamora, también en piragüismo, o el soriano Abel Antón en la prueba de 5000 lisos donde obtuvo diploma. La legión leonesa estuvo compuesta por la lanzadora Margarita Ramos, Nieves Fernández, Cristina Fernández (tiro con carabina), Piluca Alonso, Mónica Pulgar (equipo de baloncesto) y el atleta Rodrigo Gavela. El deporte burgalés estuvo presente con José Francisco Guerra y Andrés Crespo en esgrima y la atleta paralímpica Purificación Santamarta.