Los vallisoletanos no veían el momento de que la selección española aterrizara en tierras pucelanas. Todos miraban con ansia el calendario para ver cuándo llegaba el esperado 19 de noviembre. Un día clave en el que la ciudad del Pisuerga se teñirá de color rojo ante el partido contra Georgia.
Las ganas son palpables y así lo están mostrando los cientos de aficionados que esperan a sus ídolos en cada punto de la ciudad. Este sábado eran más que visible la ilusión de los jóvenes, niños y mayores en sus caras. Autógrafos, fotos, vídeos y algún que otro abrazo es lo que todos desean llevarse de estos jugadores a los que pocas veces tienen tan cerca.
Muchos se agolpaban ayer en el aeropuerto esperando a que los futbolistas aparecieran. A otros no les quedaba más que tener mucha paciencia y esperar en las inmediaciones del estadio José Zorrilla, a sabiendas de que la selección tenía previsto ejercitarse bajo las ordenes de Luis de la Fuente.
En definitiva, todos están volcados con este partido que es mucho más que un encuentro. Va más allá de los sentimientos y se convierte en una auténtica experiencia para las miles de personas que mañana se darán cita en el estadio del Real Valladolid. No cabe duda de que están deseando que lleguen las 20:45 horas y así lo mostraban cuando salían a la venta las entradas y se agotaban en tan solo unas horas.
No solo los vallisoletanos, sino que a este encuentro acudirán de todos los puntos de Castilla y León, y del país. Un día para el recuerdo. Para disfrutar y animar. Un día repleto de emociones porque la selección española debe certificar este domingo su primera posición en el grupo para ser cabeza de serie en el sorteo para la Eurocopa de Alemania, que tendrá lugar el próximo 2 de diciembre en Hamburgo.
Pero, por ahora, los aficionados siguen disfrutando y los internacionales no paran de recibir el cariño de los fanes. Un fin de semana para el recuerdo de Valladolid.