El Real Valladolid es equipo de Primera División un año después de perder la categoría. Ha sido un año arduo e intenso no solo por el juego del césped, sino por la postura de Pezzolano a lo largo del año que acabó por explotar ayer cuando el técnico uruguayo compareció ante los medios de comunicación.

“Orgulloso por mi familia, no fue un buen año. Tengo tres hijos pequeños y no me gustaba que escucharan lo que estaban cantando y gritando. Somos seres humanos. Yo cuando voy al teatro no voy a hacer lo que se hizo este año. No fue normal”, afirmó el entrenador uruguayo entre lágrimas. Y lo cierto es que el ascenso provocó una mezcla de sensaciones. Una bomba de sentimientos que acabó estallando. En varias ocasiones, la afición blanquivioleta se ha mostrado disconforme con las decisiones del técnico, mientras Pezzolano se ha mantenido frío. Pocas veces el técnico ha tenido palabras de agradecimiento a una afición que se ha mantenido al pie del cañón durante toda la temporada.

Ya en el último encuentro en el José Zorrilla de la temporada, la afición pidió la destitución de su entrenador. Fue con el 1-2 del Villarreal B cuando los socios blanquivioletas expresaron su malestar y frustración al ver que ele quipo se lanzaba al precipicio, pero toco cambió en los minutos de añadido. Meseguer y Sylla firmaron la remontada y el Real Valladolid llegó a la cumbre. El ascenso no calmó los ánimos de algunos de los aficionados que volvieron a expresar su disconformidad con Pezzolano. 

El ascenso ha llevado a activar la renovación automática de Pezzolano y los vallisoletanos de a pie han opinado. Ha predominado la crítica por delante de la comprensión. “No ha tomado las mejores decisiones. Pese a tener la afición en contra lo ha sacado adelante. Es decisión de Pezzolano seguir con el equipo en Primera División”, ha opinado Miguel Peláez, un vallisoletano que vio ayer el ascenso.

Miguel Peláez

Más crítico se mostró otro vecino vallisoletano, Pedro Sánchez, que expresó con contundencia la no continuidad del entrenador uruguayo. “No está capacitado para entrenar en Primera División. Siempre ha realizado los mismos cambios con alineaciones absurdas. No hemos jugado a nada”, expresó. Coincide en su opinión Carlos Fernández. Uno de los aspectos en los que se mostró más crítico fue por el juego destilado por el Real Valladolid. “Hemos ascendido porque los demás equipos no han propuesto nada”, apostilló destacando la mala relación con la afición. “Nunca ha agradecido nada, nos descendió el año pasado y nos ha devuelto al lugar donde nos cogió”, apuntó.

Pedro Sánchez

Para Alberto Olmos, seguidor del Real Valladolid, no tiene sentido mantener a Pezzolano en Primera División si no se confía en él. “No puede ser que le destituyan cuando se jueguen dos o tres partidos. Si solo le van a dar la oportunidad de estar con el equipo por el hecho de ascender sin confiar, mejor que no le mantengan. Si no se fían de él, lo lógico es que le cambien ahora”, manifestó.

Alberto Olmos

“Mentalidad de equipo pequeño”, eso es lo que opina Javier Meléndez, que ha seguido de cerca la temproada, sobre el Real Valladolid. “Lo hecho, hecho está, pero los cambios y las decisiones no han sido las correctas”, dijo. El joven destaca el orgullo y la mentalidad de Pezzolano como hándicap para una categoría en la que se requiere buen juego y un equipo competitivo. No obstante, Javier apunta que ya que ha logrado el objetivo Pezzolano “hay que apoyarle a muerte”.

Javier Meléndez

Lo que queda claro es que la afición se siente dolida por la actitud de Pezzolano. El ascenso ha traído alegría a Valladolid, pero no han gustado las formas. Algunos aficionados recordaban con cariño los ascensos de Mendilibar, Sergio González y Pacheta. Sin embargo, algunos de los aficionados blanquivioletas se sintieron dolidos al no recibir cariño de los jugadores. Una celebración a la que calificaron de “fría” al dar la espalda a las más de 24.000 personas que se acercaron al José Zorrilla.

 

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