Momentos convulsos los que se están viviendo en el Real Valladolid. Los de Pacheta, después de empatar la pasada semana ante el colista en los últimos minutos, cayeron este viernes de forma contundente ante el Athletic Club de Bilbao por 1-3. Y todo ello en el Estadio José Zorrilla, que hasta ahora había sido el gran refugio de los blanquivioletas y el aliciente para ser optimistas.

Los primeros minutos del partido fueron un fiel reflejo de lo que se avecinaba en el feudo pucelano. Aunque bien es cierto que en el primer cuarto de hora los de Pacheta aguantaron sin apenas esforzarse en exceso, en el minuto 18, Iñaki Williams, que hizo totalmente inoperante a Sergio Escudero durante todo el encuentro y se vio sobrepasado por completo por la situación, se internó en el área para dar un pase atrás a un Mikel Vesga que obligó a Sergio Asenjo a tirarse abajo en una buena atajada.

El Pucela lo llegó a intentar, con un doble tiro de Kike Pérez al borde del área que primero chocó contra un jugador del Athletic y luego se marchó por encima del larguero.

Pero el resultado gafas iba a durar poco más, ya que en el 29 Íñigo Martínez lanzaría una falta que golpearía en Óscar Plano desviando el balón y haciendo imposible la parada del guardameta palentino, que ya se había estirado hacia el lado contrario. Para finalizar la primera mitad, y lejos de lo que debería ser, el equipo que iba por encima del marcador seguiría dominando el encuentro, hasta tal punto que en una conexión de los hermanos Williams, Iñaki acabaría rematando a tropicones un balón que finalmente pasaría muy cerca del palo izquierdo de la portería.

Tras el descanso, Pacheta decidió mover pocas fichas, a pesar del coladero que estaba suponiendo la banda de Óscar Plano, ausente todo el partido, y Sergio Escudero, totalmente incapaz de parar al mayor de los Williams. Sí saltó al terreno de juego Joaquín, en detrimento de El Yamiq que presentaba molestias musculares, y que acabaría siendo protagonista en el partido, y no precisamente para bien.

Nuevamente, y lejos otra vez de lo que debería ser, el Athletic volvió a someter a los pucelanos en su campo. En el minuto 54 un pase de De Marcos al interior del área pequeña estuvo a punto de ser rematado por Guruzeta, pero esta vez sí, Joaquín logró adelantarse para bloquear el disparo.

Dos minutos después ocurriría la desgracia. Otra vez con De Marcos y Guruzeta como protagonistas, el primero puso un balón por abajo al interior del área que sería rematado por el segundo de ellos, que colocó el 0-2 en el marcador y haría más cuesta arriba el partido para los vallisoletanos. Joaquín volvió a ser sobrepasado por las espaldas en un gol, siendo esta ya una imagen habitual a lo largo de la temporada.

En un halo de esperanza, el Real Valladolid espabilaría durante unos minutos. Y es que en el 73, como no podía ser de otra manera, Cyle Larin, que ya acumula cinco tantos en algo más de 500 minutos, recogería un balón en el área tras un regalo de la zaga bilbaína para, a la segunda, mandar el balón al fondo de la red. 

Sin embargo, duraría poco la alegría en el José Zorrilla, ya que a la jugada siguiente, en un centro de Iñaki Williams, el balón golpearía claramente en la mano de Joaquín, que estaba dentro del área con el brazo incomprensiblemente extendido. El encargado de transformar el penalti fue Mikel Vesga.

Desde ese minuto y hasta el final del encuentro, el Real Valladolid bajó los brazos y nada pudo hacer para remontar la situación. Malos momentos para los blanquivioletas, que ya tienen los puestos de descenso excesivamente cerca y deberán visitar el feudo del Real Madrid tras el parón de selecciones. Pacheta tiene dos semanas para tratar de remendar la situación si no quiere complicarse la vida.