Una selección de fútbol plasmada a través de una cámara de fotos. El emerger de un proyecto futbolístico plagado de ilusión que queda retratado en cientos de instantáneas. El milagro de un país que gracias al fútbol ha recuperado el orgullo y las ganas de darse a conocer. Este es el trabajo del vallisoletano Andrés Domingo que sigue viviendo “una experiencia única” como cámara oficial de la selección de fútbol de Guinea Ecuatorial
Ahora, ya sin restricciones ni pandemia, vuelve a estar presente en su segunda Copa África con la selección Basilé. “Ahora todo está más tranquilo y asentado, y nos enfrentamos a un reto deportivo que es de altura. Hemos cogido una dinámica muy buena en este 2023 y vamos a por a todas”, asegura. Eso sí, el sorteo ha estado esquiva porque les ha tocado en uno de los denominados grupos de la muerte con Costa de Marfil, Nigeria y Guinea Bissau. “Nos lo vamos a jugar todo contra Nigeria”, pronostica. Aunque espera pasar como uno de los dos primeros o como de los mejores terceros. “Si pasamos de ronda, ya en los cruces se puede soñar con cualquier cosa”, aventura.
El proyecto de Guinea Ecuatorial sigue siendo el de un grupo de futbolistas que estaban jugando en Europa y que decidieron apostar por su país, aportando su talento, su experiencia y sus conocimientos para poder fortalecer a la selección. Algo que ya se ha demostrado que ha sido un acierto. Una de las maneras de profesionalizar este fútbol fue también contar con un departamento de fotografía, y es aquí donde la amistad de Ibán Salvador y Andrés Domingo fue el detonante para acabar juntos. Se conocían de la etapa del Real Valladolid. La idea era mostrar la evolución a base de imágenes y que el pueblo y el resto del mundo observaran los avances que está teniendo el proyecto.
Y son esas imágenes las que demuestran que esta Guinea se ha convertido en un gran equipo. “Yo siempre he dicho una cosa, no seremos la mejor selección a nivel deportivo ni la que más dinero tiene, pero creo que somos una selección que como familia no nos va a ganar nadie”, asegura el vallisoletano que se muestra agradecido de que dos años después vuelvan a contar con él para plasmar la realidad. “Se están consiguiendo cosas que nunca se habían logrado y me siento orgulloso de poder dejarlas para el recuerdo”, afirma.
"Una familia"
La Copa África arrancará a mediados del mes de enero, aunque Domingo viajará ya el día 2 para concentrarse con el resto de los convocados. En todo este tiempo ha podido comprobar cómo la plantilla ha evolucionado. “Una selección que se basa en ese vínculo de amistad que tenemos”, explica. En estos meses ha visto cómo este fútbol cuenta “con un poco de todo”. Tiene el toque español “de la experiencia”, el africano “del físico” pero también algo del europeo “que aporta técnica”. Con estos tres ingredientes la intención es dar la campanada en la competición.
El fotógrafo vallisoletano reconoce que desde el primer día se ha sentido como “uno más” dentro de un plantel donde destacan jugadores como el propio Salvador (liga polaca), Owono (Alavés), Coco (Las Palmas), Nsue (Intercity), Akapo (liga EEUU), Alex Balboa (SD Huesca) o Machín (Monza). Por eso cuando cierra los ojos y tiene que captar una imagen lo tiene claro: “una fotografía con todo el equipo y en algún momento de celebración”. Ahora tiene ganas de retratar sonrisas.
Esta experiencia también la está sirviendo para conocerlo todo sobre el continente africano. Es cierto que todavía queda mucho por hacer, pero comprueba una evolución en todos los aspectos de la vida, tanto deportivos como sociales. “Aquí se ven muchas cosas y tienes tiempo para pensar en todo. Te das cuenta de que muchos de los problemas que tenemos en España son granitos de arena comparado a lo que tienen aquí, es un tópico, pero claro que me ha servido para valorar lo que tengo”, explica.
Y es aquí donde tiene claro que se siente orgulloso de su Valladolid. Esa ciudad del Pisuerga que le vio crecer profesionalmente haciendo fotos en polideportivos, en campos de barrios y de barros, de competiciones infantiles o de tardes y noches en el estadio José Zorrilla. Nunca olvida sus orígenes. Siempre que sus compromisos internacionales se lo permiten, regresa a su casa. Aquí le gusta seguir haciendo trabajos deportivos, pero también apuesta por la música con sesiones de fotos a artistas o haciendo giras. Y por supuesto, con su Pucela, ahora con el antiguo de toda la vida de nuevo en el pecho, en su corazón. “Estamos en una buena dinámica, volveremos a Primera”, pronostica.
Y después de esta Copa África será el momento de luchar por clasificarse para el Mundial 2026. “Uf, eso ya sería una pasada, pero me encantaría fotografiarlo”, bromea.