El Real Valladolid regresó a la senda del triunfo y del gol ante su gente. Un 3-1 balsámico ante el Racing de Santander que le permite volver a zona de play off (quinto a dos puntos del ascenso directo), pero lo más importante, sirve para hacerle ver al técnico Paulo Pezzolano que los buenos jugadores tienen que estar en el campo siempre. Con 1-1 y con el rival ya metiendo miedo, el uruguayo decidió poner en el verde a Rubén Moro, el jugador más desequilibrante, que cambió el sino del partido. El extremo fue el mejor junto a la dupla Anuar- Meseguer, con doble del murciano.
Los tres puntos no deben impedir ver que este equipo necesita refuerzos en el mercado de invierno. Ahora es cuestión de la dirección deportiva y de que Ronaldo decida invertir para poder soñar con un regreso a Primera División.
Los primeros minutos fueron muy prometedores, por fin el equipo de Pezzolano salió en Zorrilla con el puñal en los dientes y tuvo varias oportunidades. Una actitud ganadora, lo mínimo que se le puede pedir, que invitaba al optimismo. El primer susto llegó con una posible mano de Boyomo dentro del área blanquivioleta que, con suspense incluido, acabó en nada.
Por su parte, el Real Valladolid mantenía un buen nivel y pudo marcar gracias a un centro de Monchu que no encontró rematador. También la tuvo en el minuto 26, tras varios rechaces, Meseguer pero se quedó sin fuerzas para hacer un disparo que sorprendiera al meta cántabro. Pero el Pucela se lo estaba mereciendo y la fortuna llegó en las botas de Anuar gracias al pundonor de Messeguer que lucho con fe por un balón. Justo en la media hora para tranquilizar a la grada. Incluso el marroquí, que ya marcó en la idea en El Sardinero, pudo hacer el segundo un minuto después, pero Ezkieta lo evitó. Así se llegó al descanso con un Pucela con buenas vibraciones, pero demostrando que si hubiera tenido más pólvora hubiera sacado más rédito ante un Racing que dejó claro que su intención en Valladolid no era la de atacar.
La segunde parte arrancó con un correcalle con oportunidades para ambos equipos. Al Pucela le faltaba dirección en el centro del campo, porque ni Monchu ni Ivi Sánchez cogían el mando de las acciones. El estreno en el once de De la Hoz sirvió para ver a un hombre de centro del campo destructor, pero se echó de menos a Juric. Y como se está viendo en toda la temporada, el Pucela dejó hacer al Racing, con varios jugadores sin meter el pie, y permitiendo al mejor de los suyos, Vicente, tocar con facilidad. Y así llegó el tanto de Peque tras asistencia de Lago Junior y la decepción en el campo. El paso atrás costó caro en el minuto 58.
Ahora sí, Pezzolano quiso hacer una alineación de verdad con la puesta en el campo de Juric (por De la Hoz) y de Raúl Moro (por Ivi). El equipo de José Alberto gracias a que se lo permitió el Pucela dio un paso adelante y nada tenía que ver con el equipo de la primera mitad. Pero cuando peor estaba el cuadro local llegó el gol del jugador más activo, Víctor Meseguer, tras pase de Anuar y la inteligencia de Moro que se llevó varios defensores. La sorprendente conexión Meseguer-Anuar, los mismos protagonistas de la primera parte, dio una válvula de oxígeno para el equipo cuando más lo necesitaba.
Y cuando los mejores jugadores están sobre el campo, pues pasan cosas como la del tercer gol. Un jugadón de Rubén Moro (merece la pena verlo en imágenes) fue aprovechado por Meseguer para hacer el segundo tanto en su cuenta. Por fin Zorrilla pudo disfrutar y mira que lo merece. La expulsión de Boyomo a falta de quince minutos metió el miedo en el cuerpo y propició el debut de Tarrega, fichado en este mercado de invierno.