Hay historias que se quedan para siempre en la memoria y esta es una de ellas. David Bocos, Marina Rodríguez y Ana Sanz, integrantes del club Deportivo Bádminton Valladolid, tienen una pasión en común: su amor por el bádminton. Un deporte apasionante, de eso que cuando lo conoces te atrapa y donde suele haber un flechazo. Sin embargo, muchas veces el deporte es algo más que puntos y una clasificación. El deporte se convierte en una forma de vida, en una manera de trasmitir valores y abrirte al mundo. Y así es cómo comienza esta bella historia que une Valladolid con Gambia, 4.220 kilómetros, a través de un volante y una raqueta.
Estamos hablando “de uno de los mayores proyectos que se han llevado a cabo en el mundo del bádminton a nivel nacional”, aseguran desde el Club Deportivo Bádminton Valladolid y en el que llevan trabajando durante meses en la distancia y, más recientemente en agosto de forma presencial, “para la creación de un proyecto de fomento y desarrollo del bádminton y otros hábitos saludables en todo el país de Gambia”.
Así, durante 18 días, David Bocos, Marina Rodríguez y Ana Sanz, integrantes del club, junto con un grandísimo "fichaje" de última hora, María Saenz, la médico del grupo, disfrutaron de la experiencia de compartir hábitos saludables en la región de Kunkujang (Gambia) de la mano de la ONG Caminos Cruzados. “Todo un reto, pero con toda la ilusión del que desea algo de verdad”, aseguran a este periódico. Aunque el fomento y desarrollo del programa deportivo y de hábitos saludables fue el principal trabajo realizado, ni mucho menos fue su única aportación en el país africano. “No tuvimos tiempo para aburrirnos”, afirman desde el club, que tienen claro que “es probablemente el mayor reto del club hasta la fecha y las sensaciones no han podido ser mejores”.
El proyecto
Así, con el acuerdo con la Federación de Bádminton de Gambia se podrá en marcha una Formación de técnicos de forma presencial y a distancia, el apoyo online con contenidos didácticos. También habrá un taller y formación para la reparación de material y talleres de higiene bucodental. Se realizarán estudios antropométricos para valorar la desnutrición infantil de la zona con un servicio médico diario. Asimismo, habrá clases sobre ciencia para adolescentes de la zona y poder abastecer con material escolar y pupitres el colegio de Kachume.
Ahora la intención es poder animar a más gente de diversas disciplinas a formar parte de esta aventura, aseguran.