Todas las alarmas se han disparado en el sector de la automoción de Castilla y León, y en sus empresas auxiliares, tras el anuncio del presidente francés, Emmanuel Macron, que ha presentado este martes un millonario plan de 8.000 millones de euros de ayuda al sector automovilístico para hacer frente a la crisis del coronavirus, a cambio del compromiso de los grupos PSA y Renault de fabricar sus vehículos eléctricos en territorio patrio.

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Sólo en Castilla y León, 30.000 empleos directos e indirectos dependen del gigante Renault, auténtico motor económico de Valladolid y Palencia durante décadas.

A cambio de este apoyo público del Estado francés, PSA y Renault tendrán que relocalizar su producción con valor añadido en Francia y mantener la totalidad de la producción industrial en las plantas que ya tiene en el país. Una estrategia de refuerzo de la industria propia de consecuencias aún desconocidas para las fábricas externas, tal es el caso de las ubicadas en Castilla y León.

Todas las miradas, y la respiración contenida, están puestas en el viernes, fecha en la que Renault presentará un plan de ajuste para el que la dirección no ha excluido ni el cierre de factorías ni la supresión de empleos.

Las reacciones no se han hecho esperar. Esta misma mañana, el alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, lanzaba un mensaje de tranquilidad, y asegura que habla "todos los días" con el también vallisoletano director general adjunto de Renault, José Vicente de los Mozos, y también con el Gobierno de España, y se muestran confiando en que la capacidad de competir de las fábricas de Valladolid y Palencia, así como las inversiones realizadas en las factorías, avalen la continuidad de las plantas. “No tendría sentido que, si el Captur se ensambla en Valladolid, no se fabriquen sus motores también aquí”.

También la Junta de Castilla y León se ha pronunciado al respecto. El vicepresidente Francisco Igea ha subrayado la "relación histórica y fluida" con la firma francesa. "Estamos tranquilos, no al cien por cien, pero sabemos que en un marco de normalidad las plantas de Valladolid y Palencia son plantas competitivas y gozan de un clima laboral y entornos favorables,  esas son nuestras fortalezas”, si bien reconoce que "naturalmente que estamos expectantes ante la decisión de Renault".

Ante preguntas de la prensa, el portavoz del gobierno regional ha puntualizado que "nuestra tranquilidad no se basa en la existencia o no de conversaciones, sino de las condiciones económicas y de producción de la empresa, que es en lo que se debe basar la tranquilidad de una empresa. Renault tiene aquí dos de las fábricas más competitivas, paz social y diálogo social que funciona".