Medio millar de desempleados y autónomos crean su propia empresa con el apoyo económico de la Junta
La Consejería de Empleo e Industria acaba de resolver, a través del Ecyl, la convocatoria de ayudas destinadas a promover iniciativas emprendedoras y de autoempleo por parte de los trabajadores en situación de desempleo o autónomos. Son 556 los castellanos y leoneses que se beneficiarán de esta ayuda para poner en marcha su propio negocio, con una aportación económica de 3.198.488 euros por parte de la Junta de Castilla y León, cofinanciada por el Fondo Social Europeo.
La ayuda que reciben estos nuevos emprendedores va destinada a financiar los gastos derivados del inicio de actividad. Igualmente, se sufragan parte del coste de los servicios externos necesarios para su desarrollo, así como los cursos relacionados con la dirección, la gestión empresarial o las nuevas tecnologías.
La ayuda económica que recibirá cada uno de los proyectos oscila entre los 5.500 y los 9.000 euros, en función del perfil del solicitante y del lugar de ubicación de la empresa. Así, las iniciativas promovidas por mujeres, jóvenes menores de 35 años y emigrantes retornados recibirán un incentivo de 5.500 euros; los proyectos impulsados por mayores de 55 años cuentan con una ayuda de 7.000 euros cuando el promotor sea un hombre y de 8.500 euros si es una mujer. Estas subvenciones se incrementarán en 500 euros en el caso de desempleados de larga duración o mayores de 45 años que no perciban prestación o subsidio por desempleo. El mismo incremento tendrán aquellos negocios que se instalen en un municipio de menos de 5.000 habitantes.
Esta línea de subvenciones forma parte de la II Estrategia Integrada de Empleo, Formación Profesional, Prevención de Riesgos Laborales e Igualdad y Conciliación en el Empleo 2016-2020, donde se incluyen incentivos para fomentar el desarrollo de actividades económicas por cuenta propia, como una de las principales alternativas para acceder al mercado laboral, prestando especial atención a los colectivos con mayores dificultades de empleabilidad. De este modo, se mejora la actividad económica y el empleo, al tiempo que se contribuye a luchar contra la despoblación, especialmente en el medio rural, y se favorece la igualdad.